Se ha puesto como el mismísimo bicho del pantano cuando le han mentado, valga la redundancia, la bicha de su asalto a la capilla de la Universidad Complutense.
Sí, Rita Maestre se ha enfadado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid cuando un periodista le hacía una sencilla comparación entre la inflexibilidad del consistorio con el autobús de Hazte Oír y como, en cambio, lo de irrumpir con el torso semidesnudo a una instancia religiosa no parecía tener para la potavoz de Carmena la misma gravedad.
La exposición y la pregunta del compañero de los medios de comunicación fue tan sencilla como ésta:
Yo quería preguntarle, al igual que ocurrió hace unos meses o incluso unos años, cuando usted entró en una capilla de la Complutense y esgrimió libertad de expresión en ese momento y así lo reconoció posteriormente el juez, ¿no cree que se puede pedir lo mismo para este autobús, la libertad de expresión? Lo digo porque también hay voces desde su lado que hablan de esa libertad de expresión.
Maestre sacaba su lado más vinagre y apuntaba directamente al periodista:
La comparación a la que usted hace referencia creo que es una ofensa y un menosprecio importante para los niños y las niñas que pueden haber sido víctimas de esta campaña de odio por parte de ese colectivo.
Y aseguraba que:
Creo que no hay ninguna comparación y que se me elija como diana a la que señalar para desviar la atención del tema realmente importante sobre el que hay consenso en la sociedad española pues creo que demuestra una capacidad de argumentación limitada y un argumento bastante débil.