¿Qué pasaría si este domingo 5 de marzo de 2017 los españoles hubiésemos sido convocados a las urnas? Pues prácticamente nada.
Según un adelanto que ofrece El Mundo de la encuesta electoral que le ha encargado a Sigma DOS, los ciudadanos prácticamente volverían a pintar con sus votos el mismo panorama electoral del 26 de junio de 2016.
Así las cosas, el PP obtendría un 34,3% de los votos (1,3 puntos más que en junio de 2016) y Podemos sería segunda fuerza -el PSOE perdió este puesto en noviembre tras el espectáculo ofrecido el 1 de octubre de 2016 por la reunión del Comité Federal y la dimisión de Sánchez- con un 21,7% de apoyo (en las elecciones logró un 21,1%).
Los socialistas se quedarían en un 20,2% de respaldo (2,5 puntos menos que los últimos comicios y Ciudadanos bajaría medio punto, del 13,1% a un 12,6%.
Las alianzas que fraguaron la investidura de Mariano Rajoy en octubre de 2016 estarían condenadas a repetirse. El PP volvería a necesitar a Ciudadanos -el gato no se come al ratón- y, probablemente, sería de nuevo ineludible la abstención de los socialistas.
El sondeo fue realizado entre el 27 de febrero y el 2 de marzo. Y antes de esas fechas, en la política española, habían pasado muchas cosas. PP, Podemos y Ciudadanos dejaban atrás sus respectivos congresos, celebrados todos el mes pasado en Madrid.
Con más o menos intensidad todos tuvieron que capear conflictos. Y la carrera por el liderazgo del PSOE ya estaba abierta: El cónclave convocado para junio y tanto Patxi López como Pedro Sánchez habían avanzado su intención de presentarse a la Secretaría General del partido. Sólo falta que se decida a hacerlo, o no, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.
Y es que para los españoles pocas cosas han cambiado desde entonces. La situación política continúa siendo muy mala para el 39,2% de los entrevistados y mala para el 25,2%. Esta percepción es mayor entre los votantes de PSOE y Podemos. Los del PP y C’s se muestran algo más optimistas, pero no demasiado. El 27% de los consultados la califica de regular, entre ellos con más ahínco los electores de estos dos partidos. A pesar de que se haya conseguido nombrar Gobierno y de que la legislatura discurra poco a poco, la tranquilidad no se adivina en la política española.