¿Cómo puede defender la figura y la dignidad de la mujer alguien que en su televisión, Hispan TV, obligó a la socialista Beatriz Talegón a taparse el escote o si no le permitían la presencia en el plató? –El ‘imperdible’ momentazo en el que Talegón pierde los nervios con Anna Grau-.
Pues sí, Pablo Iglesias, el mismo que se las da de feminista supino, no sólo ha demostrado a lo largo de los últimos tiempos que lo de la defensa de la mujer es un capítulo en el que hace aguas, sino que además su tele de cabecera está sufragada por un régimen como el iraní, país en la que la vida de las féminas vale menos que la de cualquier hombre –En Irán, la vida de una mujer ya no vale la mitad que la de un hombre-.
Y como la memoria del líder de Podemos es bastante frágil para según qué cosas, en Twitter le han recordado este 8 de marzo de 2017, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, una de sus andanadas contra las mujeres, concretamente cuando dijo que azotaría hasta hacer sangrar a Mariló Montero –Así se refiere el totalitario ‘Pablenin’ a Mariló Montero: «La azotaría hasta que sangre»-.
La frase de Pablo Iglesias para el día internacional de la mujer. pic.twitter.com/ELH0NgKR4M
— ARISTOTELES (@platonchacal) 8 de marzo de 2017
OTROS TICS MACHISTAS
El problema de Iglesias es la hemeroteca, que le recuerda constantemente que tiene un pasado y, en algunos casos, demasiado reciente.
Por ejemplo, a la periodista Ana Romero la trató de una forma despectiva cuando ésta, en la sala de prensa del Congreso de los Diputados, le hacía una pregunta de lo más normal –El sexismo de Pablo Iglesias con una periodista: «Precioso abrigo de pieles el que trae usted»-.
Precioso abrigo de pieles el que trae usted.
O qué decir cuando Iglesias ofrecía su despacho a su diputado Miguel Vila y a la popular Andrea Levy para que se conocieran –Pablo Iglesias se nombra alcahuete oficial del Congreso de los Diputados-, con el agravante de que este hecho se produjo el 4 de marzo de 2016, cuatro días antes del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Ese es el feminismo que promulga Podemos…¡desde Teherán, claro!