Cuando se siente solo en Madrid, Enric Juliana se va a hablar con ‘Segador’, un toro disecado que hay colgado en la pared del bar La Torre de Oro de Madrid. «Es un toro telepático de la plaza Mayor de Madrid, que habla sin hablar y observa sin pestañear», dice el consigliere florentino de La Vanguardia.
La charla con ‘Segador’ se plasma en su columna de este 16 de abril de 2017 en el diario de Godó titulada ‘Momento’. Tiene su importancia porque Juliana es uno de los gurús a la sombra de Pablo Iglesias. Por eso es interesante lo que le dice el toro Segador sobre Podemos:
JULIANA: ¿No cree que Podemos ha perdido gas?
SEGADOR: Está perdiendo profundidad. El doble y controvertido liderazgo le daba profundidad e interés. Hay una cosa que no entiendo de Podemos.
J: ¿Cuál?
S: En vez de colocar los problemas materiales de los jóvenes en el centro del debate, insisten una y otra vez en la autoafirmación ideológica. Están obsesionados por estar siempre «enfrente» y se olvidan de su dimensión sindical. Sin la fractura generacional no tendrían cinco millones de votos.
J: El toro nos ha salido errejonista.
S: Errejón se equivocó con una batalla a destiempo.
El ventrílocuo Juliana parece recomendar a Iglesias a través de su toro que haga más de Marine Le Pen, es decir, que se centre en los jóvenes y en sus demandas, que es el caladero de votos donde la populista francesa arrasa. Que el ‘macho alfa’ tome nota.
La relación a distancia entre Juliana y Pablo Iglesias la reveló Raúl del Pozo cuando contó en El Mundo que «Pablo no se inspiró en Stalin, sino en Juliana, para llamar a la revuelta contra la chusma española», que es como llama Beiras, otro «modelo de Pablo Iglesias», a la España no nacionalista».
El propio Juliana lo reconoce: ‘Se lo dije un día a Iglesias: la España jacobina es imposible y la España girondina federalista es un dolor de cabeza que no acaba nunca».