Pedro Sánchez y sus acólitos no le van a poder quitar ni con agua hirviendo. El último capítulo ha sido cuando Antonio Miguel Carmona fue vetado en su propia agrupación socialista por la mayoría pedrista y éste venció presentando una lista alternativa.
Detrás de todo… Pedro Sánchez. Por todos es conocido la capacidad de eliminar a todos sus adversarios. Bueno, a todos no, a Carmona no.
En la historia ha quedado escrito el cese antidemocrático de Tomás Gómez como secretario general, la disolución de la Ejecutiva Regional y, lo que es peor, la eliminación del Comité Regional.
Pero Carmona aguantó, sobre todo, porque las encuestas le hacían alcalde y le daban como el político madrileño mejor valorado. Asistió atónito a cómo el PSOE de Sánchez hacía campaña a favor del tándem Manuela Carmena / Ángel Gabilondo y arruinaban su campaña desde el propio PSOE.
Aún así Carmona obtuvo el mejor resultado para el PSOE de las cuatro grandes capitales: un 15% en Madrid frente a un 9% en Barcelona, un 11% en Bilbao o un 12% en Valencia.
La persecución no se detuvo. Tras felicitarle por el mejor resultado de las cuatro grandes capitales, fue relevado de portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, directamente por Pedro Sánchez y sin saberlo la secretaria general del PSOE de Madrid, Sara Hernández -quien se enteró por la Cadena SER-, con el argumento de que era amigo de Susana Díaz.
Pero la fortuna sonrió a Carmona. Quien le relevara como portavoz fue una persona de perfil muy bajo y gris, Puri Causapié, a quien no le quedó más remedio que retirar a Carmona todas sus atribuciones para ver si se iba, al tiempo que trataba de difamarle diciendo que no trabajaba. Atarle las manos y decir que no se mueve. Pero Carmona resistió.
Al tiempo Pedro Sánchez llamó personalmente a las televisiones para pedirles que no invitaran a Carmona. Incluso el 23 de mayo de 2017 miembros pedristas de la Ejecutiva Regional exigieron a Carmona no hacer declaraciones o abrirle un expediente.
Objetivo Carmona
La persecución continúa y Carmona resiste. Los pedristas han tratado de vetarle para ir al Congreso Federal en su propia agrupación socialista.
Una agrupación donde siempre ganaron los adversarios, donde ganó Pedro Sánchez, y donde trataron de eliminar a Carmona de las listas para ir al Congreso Federal. Pero Carmona resistió y presentó lista.
Y ganó Carmona. Obtuvo para la lista susanista, encabezada por él, 12 delegados, frente a los 6 delegados de la lista de Patxi López y a los pírricos 5 delegados de la lista de Pedro Sánchez.
Y Carmona, no sólo gana a Pedro Sánchez, sino que mantiene su lealtad a él y le defiende públicamente. Leal hasta la náusea, renunció a ser Alcalde de Madrid con los votos del PP.
«No nos va a quedar más remedio que tenderle la mano» -señalan los partidarios de Pedro Sánchez desde Navarra-, «tenerme en frente es perder».
Lo peor para Sánchez no es la resistencia de Carmona, sino el tirón que tiene entre los socialistas madrileños y en el resto de España. Defensor de un claro programa socialdemócrata, ¿se convertirá Carmona en la referencia nacional, junto a Susana Díaz, frente a Pedro Sánchez?
