El presidente declara como testigo el 26 de julio

La estrategia de Mariano Rajoy para el juicio de ‘Gürtel’: «Yo eché a Correa»

En Génova preocupa especialmente su exposición mediática

La estrategia de Mariano Rajoy para el juicio de 'Gürtel': "Yo eché a Correa"
Mariano Rajoy. TAREK

La cita clave del 26 de julio de 2017 para Mariano Rajoy se va acercando y el presidente del Gobierno ya tiene perfilada la que va a ser su línea argumental en su declaración como testigo ante el tribunal que juzga la primera etapa (1999-2005) de la trama delictiva ‘Gürtel’.

Según informa este lunes el diario El Mundo, el jefe del Ejecutivo espera un alud de preguntas incisivas pese a no liderar él el partido aún. Por ello mismo, su estrategia pasa por ser contundente a la hora de defender el que será su principal axioma: «Yo eché a Correa del PP».

Rajoy se aferrará a que el empresario Francisco Correa perdió toda vinculación precisamente cuando él tomó las riendas del partido. Conocido es que Rajoy nunca profesó una notable simpatía por Correa, algo que le puede servir ahora para eludir responsabilidades en una declaración que, en todo caso, no hay que olvidarlo, es como testigo.

Desde medios como ABC señalan que el presidente está «tranquilo» ante la cita, sin embargo, otros apuntan a la que es la máxima preocupación del PP. En Génova asumen que el mayor riesgo al que se expone Rajoy es el mediático. Entienden que judicialmente la cosa no irá a más y que todo acabará en un «bluf», pero que la imagen del presidente acudiendo a declarar, aunque sea como testigo, a una causa por corrupción, no ayuda su imagen.

El presidente también tiene otro puntal en su estrategia de defensa, que es dejar las mínimas preguntas posibles en blanco. Rajoy es consciente del peso negativo de los «no sé» ante preguntas de los juristas, y por eso contestará todo lo posible aferrándose, eso sí, a su consigna: «Mi única relación con Correa fue para echarle».

Rajoy sabe, asimismo, que no podrá obviar que él organizó las campañas electorales de 1996 y 2000, que acabaron con la victoria de José María Aznar y que pertenecen a la época que se investiga. Sin embargo, hará hincapié en que él no tuvo nada que ver con campañas municipales como las de Majadahonda y Pozuelo, objeto principal de la investigación.

En Génova esperan que con esta declaración Rajoy pude ya alejarse del debate de la corrupción, una vez ha declarado todo lo que sabe ante un juez. Hay que recordar que la última y única vez anterior que él presidente se ha visto sometido a una fiscalización tan exhaustiva por la corrupción fue el 1 de agosto de 2013 en sede parlamentaria, cuando compareció para dar explicaciones sobre su relación con un Luis Bárcenas ya en el ojo de la Justicia y pidió perdón por ello.

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