El primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, nació en Tucumán (Argentina) en el año 1970, llegó a Barcelona en 2001 y apenas 16 años después ya se ve en condiciones de decirle a los catalanes lo que deben hacer–Gerardo Pisarello, mamarracho y amigo de los montoneros–.
El número dos de Ada Colau en el consistorio barcelonçes ha llamado a participar en la votación que prepara unilateralmente la Generalitat el próximo 1 de octubre de 2017 y defiende tan feliz el ‘sí crítico’ para protestar contra el «autoritarismo» que encarna el PP–Ni bandera española ni busto del Rey: así es Gerardo Pisarello, el barra brava de Colau–.
Y ya que menciona a los populares, desde las filas conservadoras, en concreto a través de su líder en Cataluña, Xavier García Albiol, le han mandado un recado que destapa la mezquina condición del político argentino–El miserable tuit de Pisarello incendia Twitter: «Hollande responde con más terrorismo desde el aire»–.
.@G_Pisarello deberías ser un poquito más agradecido al país que te dio acogida y una oportunidad. @lavanguardia https://t.co/Hj2FcfHOM5
— Xavier García Albiol (@Albiol_XG) 5 de septiembre de 2017
Pisarello aseguraba en un artículo en el diario ‘Crític’ que los soberanistas republicanos y progresistas «no podían quedarse en casa» el 1-O, siguiéndole el juego así a Puigdemont y compañía, empeñados en romper el Estado saltándose la legalidad vigente.
Las fuerzas del cambio cometerían un grave error si no se levantan contra el PP y sus ataques a las reivindicaciones democráticas de autogobierno