Le han pillado en Facebook con el carrito del helado o, mejor dicho, con todo el peso de la heráldica y demás símbolos oficiales.
El caso es que Pablo Iglesias, ese político podemita que tiene aversión a la bandera de España y a decir la palabra España, a él le mola más lo del estado español, no tiene en cambio problemas a la hora de decantarse por otras enseñas.
Así, como quien no quiere la cosa, Iglesias no ha tenido problemas en ser fotografiado con la camiseta republicana, con la bandera del orgullo gay o con la que representó todo un régimen sanguinario como el comunista de la extinta Unión Soviética.
Obviamos la de Venezuela o la de Irán porque esas, evidentemente, son las que financian al partido morado y esas no se discuten.