Quien nació diciendo que era Adolfo Suárez ha terminado siendo José Antonio
Más información
El ‘sanchismo’ sigue mostrando la cara más intolerante del socialismo español. Lejos quedan los tiempos en los que Pedro Sánchez se presentó a la investidura con el apoyo de Albert Rivera, aunque sus aspiraciones fueran tumbadas sin mayor problema en el Congreso–Félix de Azúa pega en ‘El País’ un palo a Pedro Sánchez que lo deja temblando–.
Los ‘sanchistas’, a pesar de aquella mano tendida, siguen viendo a Ciudadanos como un partido a la derecha del PP y ese pecado procuran resaltarlo a todas horas. Y eso que en algunas comunidades aún gobiernan gracias al sostén naranja, como es el caso de Andalucía–Losantos deja con el culo al aire a Iceta y Sánchez por la soberbia lección de españolidad desde el asilo del PSOE–.
Hace unos días era el propio Sánchez quien decía que por encima de su cadaver habría que pasar para que Inés Arrimadas fuera la presidenta de Cataluña si para ello necesitaba los votos del PSC. Pero hoy Adriana Lastra, su número 2 y ‘sanchista’ convencida, ha ido un paso más allá y la ha liado buena–Alfonso Guerra apalea a Iceta y Sánchez e incendia el PSOE –.
Tal es así que ha intentado matizar, pero ha sido en vano: sus palabras tendrán mucha repercusión y han puesto en ebullición a las redes sociales–Carlos Herrera le atiza un buen meneo al sobrado Sánchez y al bailón Iceta por su veto a Arrimadas y dar aire a la «descerebrada» Rovira–.
Y es que la número dos de los socialistas ha comparado en rueda de prensa al líder de Ciudadanos Albert Rivera con el fundador de La Falange Española, José Antonio Primo de Rivera–Cataluña: Pedro Sánchez y el PSOE vuelven a las andadas–.
Qué tendrá una parte de la izquierda española con el franquismo que 80 años después algunos dirigentes están todo el día en las televisiones y en las ruedas de prensa con Franco en la boca y José Antonio en la récamara cuando se trata de refrescar el discurso.
Ante la gravedad de sus palabras, y cuando un periodista le ha recordado las pintadas y el acoso que ha sufrido el propio Rivera de manos del nacionalismo más radical en Cataluña, ha intentado matizar aunque con poco convencimiento.
Al final, lo que subyace para este sector del socialismo es que Rivera es muy de derechas y eso le hace merecedor de cualquier descalificativo.
Quien nació diciendo que era Adolfo Suárez ha terminado siendo José Antonio
A la hora de matizar sus desafortunadas palabras tampoco es que mostrase una brillantez aplastante:
A lo que me refería es a que Albert Rivera cuando montó su partido lo hizo como un partido de centro, centrista y ahora es de derechas
Lastra ha finalizado su comparecencia asegurando que retiraba estas alusiones.