Le cierran la boca y las puertas allá donde mete las narices. El prófugo Carles acaba de pegarse otro corte, después de que los máximos responsables de la UE mantengan un cordón sanitario para evitar cualquier tipo de contacto con el expresidente de la Generalitat de Cataluña, a la vez que la prensa internacional reconoce que se ha desacreditado así mismo y su proyección se disuelve con el paso de los días.
Y se lo acaba de dar la policía belga, a raíz del desembarco el 7 de diciembre de 2017 en Bruselas de una flota de independentistas catalanes para dar un baño de masas a su president: Europe: Wake up! Let’s stand up fordemocracy (Europa despierta, defendamos la democracia).
Según da cuenta ‘Es Diario‘, hace unos días los organizadores garantizaron que llegarían a Bruselas cerca de 100.000 personas, luego bajaron la cifra a 50.000 y ahora, a una semana del acto, la Policía de Bruselas asegura que no esperan más de 20.000 manifestantes. Según las últimas informaciones esta cifra no es definitiva, por lo que es muy probable que el número vuelva a caer en las próximas horas.
Unas 4.000 personas llegarán a Bruselas en autobús y otras 2.500 en varios vuelos chárter fletados desde Cataluña. A través de las redes sociales se están ofreciendo pequeños paquetes para que los simpatizantes puedan acudir a la manifestación. Por ejemplo hay ofertas de 450 euros para ir y volver en el día; otras sin embargo, alcanzan los 640 euros para aquellos un poco más sofisticados que quieren hacer noche en la capital europea.
Ana Rosa pisotea lo que queda de Puigdemont
