Hay quien dice entre los periodistas que lo detestan que si Rafael Hernando se muerde la lengua, la palma, pero la realidad es que el portavoz adjunto del PP es un tipo brillante, divertido, simpático y con un par (El soberbio chorreo de Rafa Hernando a Pedro Sánchez: «Ha empezado usted como Zapatero, ¡acabe pronto!»).
Es mal enemigo, porque no retrocede ni para tomar impuslo, pero sabe ser galante cuando se requiere, educado siempre y duro cuando hace falta (Rafa Hernando plancha a la RTVE del ‘soviet’ en la casa de Ana Pastor y García Ferreras).
Hernando no pudo estar más relajado en su visita este 8 de septiembre de 2018 a laSexta Noche (Colosal y elegante troleo a Pablo Iglesias en TV).
En un tono ligero, el portavoz adjunto del Partido Popular bromeó en el programa sobre las aventuras del Congreso de los Diputados, las frases más divertidas («lo primero que hay que hacer es tener el culo limpio») y las más hirientes que a veces se dicen desde la tribuna y también dio su opinión sobre sus rivales políticos, de los que habló en tono cariñoso.
De Pablo Iglesias comentó que era «el rival más correoso para debatir», por su buena preparación previa, y de Gabriel Rufián, con el que ya protagonizó algún que otro enfrentamiento en la Cámara Baja, dijo que era «buen chaval».
Eso sí, no olvidó recordar el episodio de la impresora del portavoz adjunto de ERC en el Congreso de los Diputados (El patoso Rufián incendia las redes sociales por ‘confundir’ Atapuerca con Altamira).
Así, entre risas y después de someterse a un juego del programa en el que tenía que averiguar quién había dicho cada frase, Rafael Hernando aseguró, sin pelos en la lengua, sobre el mediático político catalán:
«Yo creo que es un buen chaval al que de pequeño le robaban el bocadillo y le debían dar collejas».
«Es buen chico, pero tiene sus desparrames, un punto extraño, como ir al Congreso con una impresora… Eso no lo había visto nunca» (El miserable de Rufián se burla de la paliza a la mujer: «Antes las fake news tenían que ver con Ricky Martin, un armario y la mermelada»).
