Cabreo sin frenos de Juan Carlos Monedero ante el último revés judicial que se ha llevado el cofundador de Podemos –El revés de la Justicia a Monedero por pasarse de listo y querer hacer más caja-.
La Justicia ya le había denegado en primera instancia la compatibilidad para ejercer al mismo tiempo asesorías políticas y producción audiovisual con su trabajo en la Universidad Complutense y ahora el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha confirmado esa compatibilidad.
Sin embargo, el podemita se ha lanzado en redes sociales a criticar la sentencia y a reinterpretarla a su gusto. Además incurre en contradicciones porque, al mismo tiempo que dice que a él no le afecta, asegura que piensa recurrirla:
Por mi parte, voy a recurrir al Tribunal Supremo en recurso de casación, requiriendo el mismo una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por vulneración del principio de igualdad y no discriminación del profesorado de universidad respecto del resto de los funcionarios.
Hace tiempo que en España no nos queda mucho más que confiar en los jueces, así que en este caso seguiré todo el periplo judicial. Confiando en que, como ha ocurrido en el 100% de los casos, terminará dándome la razón. Aunque eso no aparezca en ninguna portada. Creo que es obligatorio además recurrir. No porque a día de hoy me afecte en ningún modo (mi única relación laboral es con la Universidad Complutense de Madrid), sino porque el alejamiento de la Universidad y la sociedad se ahonda cuando nos regimos por una legislación que pertenece a otro tiempo.
Así que ¿en qué afecta a «Monedero» la sentencia? En la actualidad en nada, y, como viene siendo habitual, los titulares buscan hacer el ruido de siempre. Pero hay algo muy evidente: por supuesto que puede afectar a muchos docentes universitarios.
La sentencia del TSJM no me afecta personalmente en nada. Toca recurrir porque el propio juez reconoce que hay un problema. Dice que la ley de compatibilidades ha envejecido mal y que se aplica diferente según el lugar de España. Los profesores universitarios, los peor tratados. pic.twitter.com/Z94RdiTTNb
— Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) 1 de febrero de 2018