La ‘abuelita Lobo’ Manuela Carmena respaldó sin fisuras a su Gobierno frente a las críticas de la oposición, los sindicatos policiales y los vecinos con motivo los disturbios en Lavapiés tras la muerte de un mantero senegalés.
«La gestión fue correcta. Hicimos lo que hay que hacer», aseguró la alcaldesa en su primera aparición pública desde que estos sucesos le obligaran a anticipar su vuelta a Madrid desde París, en donde participaba en una cumbre sobre cambio climático.
Ángel del Río enumera en La Razón las razones para que dimitan en masa los podemitas que culpaban al capitalismo por lo de Lavapiés:
- Hay razones para que sea cesado el concejal de Centro, Jorge García Castaño, por decir públicamente sobre el mantero fallecido que «ha sido víctima del capitalismo y de un Estado que no da derecho a los simpapeles», lo que es una manifiesta incitación al odio.
- Hay razones para que dimita, o sea cesada, la polémica concejala Rommy Arce, que ha hablado de «monopolio institucional de un sistema capitalista que levanta fronteras»; que se ha manifestado en contra de la actuación policial, lo que ha motivado una querella por un presunto delito de odio contra los agentes municipales.
- Hay razones para la dimisión, o cese, de la concejala Montserrat Galcerán, quien ha dicho que «es urgente que el Ayuntamiento cambie de política para garantizar los derechos de los inmigrantes y dejar de perseguir y criminalizar a los pobres», palabras que cuestionan la acción de Gobierno del que ella forma parte y que usted preside.
Se da la circunstancia –como recuerda La Razón– de que en el momento en el que la alcaldesa comunicó vía Twitter su disposición a investigar «a fondo» lo sucedido, su Gobierno ya contaba con la información que desvinculaba el infarto de cualquier clase de intervención policial contra Mbaye.
Entre esta información, destaca el atestado de la Policía Nacional, fechado una hora antes, en concreto 22:18 horas del jueves, más de una hora antes del polémico mensaje de Carmena. El atestado cuenta además con el testimonio de los policías municipales que atendieron sobre el terreno a Mbaye.
Éstos relatan que a las 17:00 horas fueron requeridos con urgencia en la calle del Oso. Allí se encontraron con el mantero senegalés tendido en el suelo. Fue entonces cuando los agentes, al percatarse de que Mbaye no tenía pulso, empezaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar. El atestado también cuenta con el relato del compañero del mantero, que deja claro que el desvanecimiento de Mbaye no guarda relación con ninguna persecución policial.