A Pablo Iglesias no le va a salir bien la jugada del casoplón. En las primeras horas desde su publicación parecía que todos los podemitas por debajo de la pirámide que comanda el matrimonio Ceaucescu Iglesias-Montero habían guardado absoluto respeto, con más o menos silencios, con más o menos convencimiento. A Pablo Iglesias e Irene Montero les costará al menos 1.000 euros al mes mantener el chalet
Pero ha llegado a alzar la voz el irreverente Kichi González, alcalde de Cádiz y pieza angular del otro matrimonio que maneja la izquierda radical en el sur de España, junto a Teresa Rodríguez en la oposición de la Junta. Y como se esperaba, por fin alguien con peso en Podemos puso blanco sobre negro lo que todo el mundo piensa del incoherente líder de la formación morada. El comunicado tiene especialmente tres puntos brutales:
- El código ético de Podemos es el compromiso de vivir como la gente corriente.
- Yo no quiero dejar de vivir y criar a mis hijos en un piso de currante en el barrio de La Viña con mi compañera, que ya es bastante privilegio vivir en la Viña, en Cádiz y con Teresa Rodríguez, por eso no recibo otros ingresos y por eso no genero más ahorro que el que dono cada mes.
- No es la donación en sí misma, es no parecernos a la casta, es no ser como ellos porque vinimos a desalojarlos a ellos después de que hubieran estado desahuciando por miles a nuestra gente, es no vivir como ellos, es parecernos al pueblo que nos eligió y al que seguimos siendo leales.
Brutal.
El sarcasmo de Ana Rosa con ‘el chaletazo’: «Yo también voy a ir a ese banco a pedir una hipoteca».