ENCUESTAS ELECTORALES

Albert Rivera en la encrucijada: los votantes de Ciudadanos vuelven a PP y PSOE

El precio tan elevado que pagaría Sánchez si se plegase a las exigencias de los sublevados debería disuadir al nuevo gobierno de aventuras y buscar vías alternativas

Albert Rivera en la encrucijada: los votantes de Ciudadanos vuelven a PP y PSOE
Juan Carlos Girauta con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. EF

Vamos a ver qué pasa y que se le ocurre a Albert Rivera, porque los pasos que tiene que dar y va a dar el PP parecen claros.

Desde las elecciones generales de 2015 y 2016, Ciudadanos ha contado entre sus electores con una mayoría de ex votantes del PP ().El golpe de mano de Pedro Sánchez pone al PSOE en cabeza y resucita en España el bipartidismo político de toda la vida

En el último año hemos asistido a un descenso constante del PP, erosionado continuamente por el intento de golpe de Estado en Cataluña.

Con la aceleración del «procés» iniciada ahora hace un año por el irresponsable y desleal máximo representante del Estado en Cataluña, Carlos Puigdemont, el PP comienza a sufrir un importante deterioro electoral al transferirse en masa votantes populares al partido de Rivera.

En el pasado mayo de 2018, Ciudadanos alcanzó su cénit electoral. Era ya desde abril la segunda candidatura más votada. Había superado al PSOE. Los naranjas contaban en mayo con el 24,4% del voto nacional y acumulaban 5,5 millones de votantes.

Los populares se mantenían como primera fuerza política con el 25,6% del voto y 5,8 millones de votos (Terrorífica amnesia en El País: En nueve días tira a la basura la exigencia a Sánchez de convocar ya elecciones).

Pero ha bastado solo un mes para poner fin al crecimiento imparable de Cs y devolverlo a la tercera posición. La moción de censura ha sido determinante, siendo el partido más afectado Ciudadanos que baja 3,4 puntos porcentuales y pierde 9 escaños, según la encuesta de NC que publica este 10 de junio La Razón.

No sólo sucede eso en el sondeo que paga el diario de Paco Marhuenda. También ocurre algo similar en el de GAD 3 para ABC.

Según la encuesta que paga el diario que dirige Bieito Rubido, en el escenario que se abre con el aterrizaje de Pedro Sánchez en La Moncloa, el partido de Albert Rivera retrocede hasta el 21,1 por ciento de estimación de voto, 4,5 puntos menos que en la encuesta de febrero, pero 8 puntos más que en las elecciones de 2016.

Ciudadanos sigue estando fuerte, aunque el reajuste del cambio político le ha situado en tercera posición. El varapalo parece mayor por la fuertes expectativas que se había creado, ya que llegó a aparecer como partido ganador en las encuestas. En este momento obtendría 70 diputados, frente a los 32 que tiene ahora mismo en el Congreso.

Mientras que el PP, que ha soportado en los últimos días la sentencia del «Caso Gürtel», la pérdida de la moción de censura y la consiguiente salida del Gobierno, y la despedida de Rajoy también como presidente del partido, se mantiene en un nivel de voto semejante al mes anterior y sigue siendo la primera fuerza política nacional según ‘La Razón’, lo que no ocurre en ‘ABC’, que otorga ese liderazgo al PSOE.

El debilitamiento de Ciudadanos, según ‘La Razón’, se constata al observar que solo conserva el 76% de sus votantes del 26-J; el 11,1% de sus votantes opta ahora por la abstención; el 8,3% por votar al PP y el 3,2% por el PSOE.

Previamente a la moción de censura el partido naranja conservaba el 89,1% de sus votantes, enviaba a la abstención tan solo al 6,5%, al PP el 2,2% y al PSOE el 1,6%.

Ciudadanos acusa la deserción de votantes hacia el PP y el PSOE. En tan solo un mes los porcentajes de huida se han multiplicado y ha bajado 13,1 puntos la fidelización de su electorado.

Por lo que respecta al PP, de mayo a junio el porcentaje de votantes populares que anuncia que se abstendrá, ha pasado del 7,2% al 14,1%.

Es un importante incremento de 6,9 puntos, circunstancia que no es nueva y acompaña a los populares durante un tiempo breve y del que se sobrepone, tras algún escándalo, como fue la detención el pasado 22 de mayo de Zaplana o la sentencia Gürtel dada a conocer dos días más tarde.

A este elemento hay que sumar el proceso de sucesión que se abre ante el partido y al que renuncia el presidente Rajoy.

El mantenimiento del PP, unido a la evolución de Podemos, que pasa del 15,8% al 16,7% del voto en el sondeo de Marhuenda -‘amigo’ público de Pablo Iglesias-, pero se queda en apenas un 13,1% en el de Rubido, impediría a la izquierda hacerse con La Moncloa, en unas hipotéticas elecciones.

Podemos, cuarto partido nacional, según la encuesta de ABC, sacaría solo 34 diputados. En las elecciones de 2016, los de Iglesias llegaron al 21,1 por ciento, con 71 escaños. En menos de dos años perderían más de la mitad de su representación parlamentaria.

Los que apuestan por la «nueva política» en España empiezan a concentrarse mucho más en Ciudadanos que en un Podemos al que la buena marcha de la economía, y la llegada del PSOE al poder, le pasa factura.

Y los votantes de Cs vuelven a PP y PSOE

La incógnita sobre si está o no dispuesto el PSOE a pagar un peaje a los independentistas impide un mayor crecimiento de la formación recién llegada al gobierno.

La «investidura» paralela que ha supuesto la moción de censura, solo ha sido viable con el apoyo de los principales partidos que han intentado separar Cataluña de España; ERC y PDeCAT.

No obstante el precio tan elevado que pagaría el PSOE si se plegase a las exigencias de los sublevados debería disuadir al nuevo gobierno de aventuras y buscar vías alternativas, cuando tan solo hay una solución, que los rebeldes depongan su actitud y vuelvan al Estatuto de Autonomía y a la Constitución.

El mayor riesgo que tiene el PSOE es equivocarse en la tarea de devolver las instituciones catalanas a la legalidad. Cualquier cesión sería inmediatamente rentabilizada por el PP que ya puede igualar o incluso superar en firmeza al discurso constitucionalista de Ciudadanos, atrayendo votantes naranja hacia los populares, al tiempo que los de Rivera podrán incrementar su electorado con más votantes socialistas.

La consecuencia sería un fortalecimiento del centro derecha que les aseguraría la mayoría absoluta en las próximas elecciones generales de 2020 o si se anticipan.

Otro frente que se abrirá irremediablemente es con Podemos, que ha quedado como la única izquierda en la oposición. De momento se constata que el PSOE ha cortado la fuga de votantes a la formación morada.

El Partido Socialista se fortalece incrementando el porcentaje de sus votantes que volverían a hacerlo. Al tiempo que reduce el porcentaje de fugas de votantes a la formación naranja y hacia la morada .

Incrementa también el índice de votantes leales, los que volverían a votar al PSOE.

Vamos a ver qué pasa y que se le ocurre a Albert Rivera, porque los pasos que tiene que dar y va a dar el PP parecen claros.

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