El pleno zaragozano del viernes 27 de julio de 2018 fue tremendo: los de Podemos y PSOE se lanzaron acusaciones como «payaso», «fascista», «caradura» u «homófobo», y al parecer a Roberto Fernández, portavoz adjunto del PSOE en el Ayuntamiento, no se le ocurrió mejor idea que echarse una siesta a ver si se le pasaba el disgusto.
Roberto Fernandez, concejal socialista desde 1982 siguiendo la intervencion en el pleno del alcalde Santisteve.
La imagen corresponde al pleno del Ayuntamiento de Zaragoza del día 27 de julio de 2018.
IMPRESENTABLE el concejal socialista. pic.twitter.com/nkXropTQ8h— Chelo Pimpinela (@Chelo_pimpi) 29 de julio de 2018
El mentado gordito, que aparece espatarrado en un sofá, lleva en política desde hace más de treinta años, -a sus 59 años recién cumplidos, lleva desde finales de 1982 ocupando cargos-, y lógicamente lo han puesto de vuelta y media, para comérselo.
«Estuvo por lo menos cuarenta minutos de siesta mientras estábamos en pleno y el alcalde estaba hablando»,
denuncian desde Zaragoza en Común, el partido del gobierno municipal, que lamenta «la actitud poco edificante» del concejal.
Pero en el PSOE escurren ahora el bulto, y afirman que el político tiene «problemas de salud y problemas de sueño» y se sintió indispuesto.
«Salió cinco minutos del pleno, que duró diez horas, porque sintió una bajada de tensión y tenía que descansar algo»,
aseguran los socialistas.