Mariano Rajoy tiene, como todo ser humano, sus defectos, pero entre estos no se encuentra la de no ser un tipo inteligente, educado y cortés. De hecho, pasará a la Historia de España como el presidente de Gobierno y líder de partido que más elegantemente supo echarse a un lado, cuando concluyó su época.
Este jueves, 27 de septiembre de 2018, el expresidente del Gobierno y del PP se reunió en un restaurante madrileño con dirigentes ‘populares’, entre los que figuraban el exportavoz del PP en la Cámara Baja Rafael Hernando, Fernando Martínez-Maíllo, la presidenta del Congreso, Ana Pastor y el actual secretario general, Teodoro García Egea.
No fue un encuentro rápido. Al estilo Rajoy, desde el aperitivo al último café, estuvieron charlando la friolera de seis horas largas, durante las que hasta entraba gente al local para hacers selfies con el siempre amable expresidente.
Todo en un reservado de un restaurante situado en la madrileña calle Doctor Castelo, por el que también pasaron durante el largo ágape dirigentes de la actual dirección del actual presidente, Pablo Casado.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, se incorporó en torno a las 17.00 horas a la reunión, en la que coincidió con Marta González, vicesecretaria general de Comunicación de la formación.
Egea, ‘número dos’ de Casado, abandonó el restaurante 20 minutos más tarde acompañado por Pastor. La presidenta del Congreso había llegado a las 15 al reservado, en el que ya esperaba Rajoy.
A lo largo de la tarde, diversos dirigentes del Partido Popular han salido a la puerta del local, donde han charlado y se han tomado algunas fotografías con distintos clientes. Además, varios transeúntes también han accedido al restaurante para saludar al expresidente, que ha hablado con ellos en un tono distendido.
Más tarde, a las 19.00, Maíllo ha atendido a los medios de comunicación y ha instado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a convocar elecciones.
Sobre las 8 d ela tarde, Rajoy abandonó el restaurante, respondiendo a las preguntas d ela prensa con un «gracias, gracias».
