Barcelona ha explotado este sábado 29 de septiembre por culpa de las violentas brigadas del Comité de Defensa de la República (CDR).
Agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil se concentraban en la ciudad Condal para reclamar la equiparación salarial efectiva (El fanático Torra califica de ‘amigos’ a los violentos CDR y les desea «toda la suerte» en su boicot al Rey).
Centenares de violentos independentistas protestaron contra la marcha policial y la situación ha acabado con incidentes, cargas policiales y detenciones en el mayor enfrentamiento entre Mossos d’Esquadra y el ala más radical del soberanismo desde hace años (Así golpean los Mossos a españolistas atacados por los CDR independentistas en una marcha en Mataró).
Los disturbios se han saldado con seis detenidos por atentado contra los agentes, y diversos contusionados por agresiones y golpes de porra y caídas. Según el último recuento del Servei d’Emergències Mèdiques (SEM), en total han sido atendidas 14 personas, todas de carácter leve, de las cuáles sólo tres han sido llevadas a centros sanitarios.
Pero tan solo era un «ensayo general» para lo que los violentos del CDR -y todavía mantienen los golpistas que es un movimiento pacífico y sin violencia- quieren que se convierta toda Cataluña a partir del próximo lunes 1 de octubre, aniversario de la celebración del referéndum ilegal. Según ha podido constatar Periodista Digital, el plan en sembrar el pánico para amedrentar a los ciudadanos y que se transmita así una imagen de que Cataluña queda «paralizada» ese primero de octubre como muestra de su ánimo soberanista.
Los medios de comunicación han informado de los incidentes pero se ha pasado por alto un detalle alarmante: las armas que llevaban los activistas del CDR para «probar» su efectividad durante esta contramanifestación y tenerlo así listas para el lunes.
De esta forma, tal y como han confirmado a Periodista Digital fuentes de la policía catalana, los Mossos d’ Esquadra han identificado a varios miembros del CDR (pertenecientes a la rama de la CUP, Arran) en Las Ramblas de Barcelona con armas prohibidas: tirachinas modificados para disparar bolas de acero, munición, piedras y material explosivo. Con estos elementos quieren imponer su ley del miedo los independentistas para amedrentar y herir a ciudadanos contrarios a la independencia.