La difícil reconversión de Antonio Hernando tras abandonar su sueldo del Congreso y sin enchufes que valgan

El terrible drama del diputado que traicionó a Sánchez: en la calle y con un hipotecón de infarto

El terrible drama del diputado que traicionó a Sánchez: en la calle y con un hipotecón de infarto
Pedro Sánchez y Antonio Hernando (PSOE). PD

Se veía venir, y ahora todo son cábalas y números sobre cómo podrá hacer frente a la hipoteca de 550.000 euros con el Banco Sabadell, y su préstamo personal de otros 26.000 con la misma entidad. Es la factura añadida por haber tracionado a Pedro Sánchez, el mismo al que le pidió que fuese padrino de su hija cuando eran días de vino y rosas. (La desgarradora sinceridad de Antonio Hernando: «Si sigo con Pedro, ¿cómo voy a pagar la hipoteca?»).

Es Antonio Hernando, el exportavoz del PSOE que defendió la abstención de su partido en la investidura de Mariano Rajoy, y que debe dejar su escaño en el Congreso que lo mantenia a flote con su sueldo de más de 3.500 euros. (El ‘traidor’ Antonio Hernando, que quiso a Sánchez como padrino de su hija, sale ahora pitando antes de que le echen).

Con este papelón y su giro copernicano que mandó al carajo el ‘no es no’, dice que «rindió un gran servicio al país» y añadió en su día que así se lo reconoce ni más ni menos que Felipe VI.

Aceptó en su día traicionar a Sánchez y pasarse a las filas de la gestora controlada por Susana Díaz por dinero, cuando los ‘barones’ del partido dieron un golpe de mano para derribar a Sánchez y nombraron la mentada ‘filial’ que defendió la abstención como un ejercicio de responsabilidad para sacar al país del bloqueo.

Lo de la pasta, lo reconoció él en una conversación con su mujer en el garaje de Ferraz, y que acabó publicada merced a unos compañeros algo chivatos.

Considerado un hombre de Alfredo Pérez Rubalcaba, durante los años que fue portavoz del PSOE en el Congreso ganaba más de 6.000 euros brutos al mes.

Cuando Sánchez ganó las primarias por segunda vez, en mayo de 2017, Hernando dimitió como portavoz, pero conservó su escaño y un sueldo que le daba para vivir y para la hipoteca.

Según recuerda ‘EsDiario’, llevaba casi dos décadas viviendo de un sueldo público o uno puesto por el PSOE. Es el típico ejemplo de político de difícil reconversión en la empresa privada.

El frío y tenso reencuentro entre Pedro Sánchez y Antonio Hernando

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