LA REAPARICIÓN DEL LÍDER

‘De vergüenza ajena’: Pablo Iglesias pincha en su regreso y ni siquiera llena la plaza del Reina Sofía

'De vergüenza ajena': Pablo Iglesias pincha en su regreso y ni siquiera llena la plaza del Reina Sofía
Pablo Iglesias con Irene Montero (PODEMOS). EP

Toda la razón del mundo (La pesadilla demoscópica que enfría a base de bien el esperpéntico show de reaparición de Pablo Iglesias)

Han dado y siguen dando vergüenza ajena, pero lo que obvió Pablo Iglesias, este 23 de marzo de 2019 en su regreso al primer plano del escenario político, es que ha sido él, con su casoplón en Galapagar, requiriendo guardaespaldas oficiales, colocando a su pareja de ‘número 2’ y mangoneando listas y privilegios, el que más sonrojo produce ( Despidos a mansalva en Podemos: Pablo Iglesias manda al paro a una decena de trabajadores ).

Podemos esperaba la presencia de 8.000 asistentes en la plaza Juan Goytisolo aneja al Museo Reina Sofía, que es precisamente el aforo de la misma. Sin embargo, las lagunas eran visibles sobre todo en los laterales de la plaza. Y ello pese a que el partido había puesto autobuses gratis desde toda España para sus afiliados.

El secretario general de Podemos ha vuelto este sábado, a 36 días de las elecciones generales, a la primera línea de la política con un mitin ante un par de miles de partidarios, en el que ha hecho una impostada autocrítica sobre los errores de la formación, reconociendo que han dado «vergüenza ajena» con las peleas internas, «peleas por sillones, por los cargos, por la visibilidad», y ha asumido que han decepcionado a mucha gente actuando «como un partido más» (La vil jugada de Iglesias para hacer comulgar a los niños españoles con el islam en las escuelas ).

Tras tres meses apartado de los focos por su baja de paternidad, el candidato a la Presidencia del Gobierno por Unidas Podemos se ha disculpado con todos aquellos que han seguido trabajando mientras el partido estaba inmerso en «peleas», a la vez que ha pedido apoyo para escribir un cambio en la historia frente a un posible gobierno de derechas o un pacto entre el PSOE y Ciudadanos.

«El valor de la unidad se demuestra en los momentos difíciles, y ahora es cuando toca caminar unidas para demostrar que todavía tenemos muchas cosas que decir en este país».

Faltan apenas seis semanas para las elecciones generales y Pablo Iglesias ha querido transmitir la sensación de que con su aportación, los de Podemos pueden revertir los pronósticos sombríos de las encuestas, pero a diferencia de las elecciones del 2015 y el 2016, esta vez los ‘zarrapastrosos’ corren contra el viento, no a favor.

Ya no encarnan la novedad recién llegada del futuro, la ilusión y la marca se han desgastado, los malos resultados han generados criticas y deserciones, además de una inagotable gama de rencillas y divergencias con sus socios territoriales, y aún siguen pagando la factura del dramático error estratñegico cometido al no apoyar la investidura de Pedro Sánchez en la primavera del 2016; ignorando la evidencia de que solo había una cosa que muchos votantes de la izquierda no perdonarían: permitir, por activa o por pasiva, otro gobierno de Mariano Rajoy.

La vuelta de Iglesias no resuelve ninguno de los verdaderos dilemas que afrontran los morados,con la excepción de quien manda en la banda.

En la emblemática plaza del Reina Sofía de Madrid, arropado por sus dirigentes, por la formación, por las confluencias y por colectivos a los que ha apoyado en sus luchas, ha tomado la palabra a cinco semanas de las generales tras el permiso de paternidad de tres meses, y ha admitido que han jugado «con las reglas del adversario» y no han conseguido cambiarlas.

«Nos hemos callado muchas cosas porque nos hemos creído eso de la cortesía parlamentaria».

Por este motivo, ha lanzado un discurso de campaña duro contra los que, dice, «mandan más que los diputados», y ha citado expresamente apellidos como Ortega, Pérez o Fainé para referirse a algunas de las 20 familias más poderosas de España.

Por su parte, la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, ha defendido este sábado que la formación se enfrentará a una campaña electoral «feroz» porque nunca ha estado «tan cerca de gobernar» y de que su candidato a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, esté en el Consejo de Ministros.

Irene Montero, pareja de Pablo Iglesias y cara visible del partido en el Congreso de los Diputados, ha intervenido en el mitin en la plaza del Reina Sofía de Madrid -de Juan Goytisolo- con el que Pablo Iglesias regresa a la arena política tras su baja de paternidad.

«Hasta el mayor de nuestros adversarios políticos sabe que, con todos nuestros defectos y nuestros errores, tenemos la suerte de tener al candidato a la Presidencia que es el único que puede sentar a los poderosos en la mesa y decirles: ‘Se acabaron vuestros privilegios».

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