La carta rezuma una apestosa nostalgia no exenta de mala leche. La ha escrito la fugada cupera Anna Gabriel desde su dorado ‘exilio’ en Ginebra, tras haberse fugado hace casi un año a Suiza para evitar declarar ante el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, por su supuesta responsabilidad en el referéndum ilegal del 1-O. Los sucios trabajos que han encontrado las ‘bien pagadas’ Anna Gabriel y Marta Rovira.
En la misma, un tocho de mucho cuidado y enviada a la militancia de su partido antisistema, hace un llamamiento al «alzamiento», a la vez que dice sentir tristeza por su situación y alegría por haber conocido en el país helvético a gente estupenda. El apestoso truco de Anna Gabriel para conseguir en Suiza un permiso gris con tintes nada claros.
«Tendremos que levantarnos -cada uno desde su lugar, cada una desde nuestras posibilidades- pero alzarnos para denunciar.
Los juicios que comenzarán en pocos días, son una de estas barreras. Como lo son el injusto chantaje de la prisión, y la descarnada amenaza contra aquellos que también serán juzgados pero que no tienen el mismo foco que los que están en la cárcel o estamos en el exilio. Como lo son las actuaciones de la extrema derecha, como lo son las renuncias y los miedos».
La exdirigente, amén de lo apuntado, afirma que la única manera de lograr la independencia de Cataluña es el «levantamiento» del separatismo catalán:
«Sólo así logrará la fuerza necesaria para superar todas las barreras que nos separan de poder ejercer nuestros derechos, nuestras soberanías, y nuestra autodeterminación con plenitud. Ante estas barreras, y a pesar de lo que nos cueste, tendremos que levantarnos – cada uno desde su lugar, cada una desde nuestras posibilidades- pero alzarnos para denunciar. Alzarnos para construir».
En abril de 2018, la ex diputada pidió ayuda económica a través de su formación para poder seguir viviendo de la recaudación que ofrece el separatismo catalán a través de la denominada ‘caja de resistencia’, en lugar de optar por buscar un trabajo, y consiguió un permiso de residencia en Suiza para cinco años. Se desvela por fin dónde vive Anna Gabriel sin dar ni golpe: ¡es vecina de la infanta Cristina!.
Su madre, Maribel Sabaté, está más que orgullosa de ella, tal y como quedó patente en una entrevista que le hicieron en Rac1:
«Anna Gabriel está bien, se está moviendo mucho y colabora con una ONG a la vez que realiza un curso de inglés y se prepara para entrar en la universidad en otoño».