Pablo Iglesias tiembla ante la que se le avecina en Madrid. Cuando fue el portazo de Íñigo Errejón dejando plantada a la candidatura de Podemos para irse con la plataforma de Manuela Carmena, Más Madrid, el líder podemita no se anduvo con rodeos y atizó de lo lindo a su excompañero el 18 de enero de 2019 –La Maldición del Casoplón’: todo lo malo que le ha pasado a Pablo Iglesias desde que compró el chalet-:
Esta mañana me ha llamado Íñigo Errejón para informarme de que inicia un nuevo proyecto político personal junto a Manuela Carmena, con una nueva marca electoral. Pocos minutos después de la llamada, la carta de Manuela y de Íñigo estaba en todos los medios de comunicación y en las redes sociales. En política hay que estar acostumbrado a este tipo de maniobras, incluso si vienen de compañeros, pero reconozco que me he quedado tocado y triste. No doy crédito a que Manuela e Íñigo nos hayan ocultado que preparaban lanzar un proyecto electoral propio para la Comunidad de Madrid y que lo hayan anunciado por sorpresa. Creo que nuestros inscritos se merecen más respeto. No es la primera vez que somos noticia por este tipo de cosas y vuelvo a sentir vergüenza de que se hable de nosotros por maniobras de este tipo.
El nuevo proyecto de Manuela se parece muy poco al de Ahora Madrid de hace cuatro años, pero si ese proyecto y las exigencias de Manuela de decidir su lista del primer al último nombre son la condición de posibilidad para que los corruptos y los reaccionarios no vuelvan a gobernar Madrid, estamos dispuestos a hacernos a un lado y a no presentarnos a las elecciones municipales en Madrid.
Con todo el respeto, Íñigo no es Manuela. En la Comunidad de Madrid y en todos los demás municipios de nuestro país, Podemos saldrá a ganar, construyendo con Izquierda Unida y con el resto de aliados Unidos Podemos y candidaturas municipalistas de unidad. Y lo seguiremos haciendo con la sociedad civil y con la gente. Vamos a seguir trabajando para cambiar las cosas.
Sin embargo, este 30 de enero de 2019, con unas expectativas electorales crudas para Podemos, Iglesias ha tratado de rebajar la tensión de cara al consejo ciudadano de Podemos ofreciéndose a Íñigo Errejón para juntar sinergias con vistas a las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo de 2019 –Alfonso Ussía insta a los «psicópatas» de Podemos a dejar el casoplón e irse a proteger a Maduro-:
En política la forma es el fondo. La propuesta de superar Unidos Podemos como referencia política del cambio, que representa lo poco que conocemos del nuevo partido de Íñigo y Manuela, es un planteamiento que me parece erróneo pero que es legítimo. Sin embargo, no se ha discutido ni en los órganos ni en ningún proceso de participación en Podemos. Mientras una Asamblea Ciudadana no decida nuestra autodisolución o nuestro fin como referente electoral, en Podemos las decisiones las toman los inscritos y los espacios colectivos de dirección elegidos por ellas y ellos. Hacer las cosas en secreto, por sorpresa y sin contar con los espacios colectivos me parece incompatible con formar parte de Podemos y sus espacios colectivos. Con todo, es legítimo que, por la vía de los hechos consumados, haya compañeros que abandonen nuestra formación. Hay que asumirlo con naturalidad y madurez.
Y atentos al guiño del líder de Podemos con quien hace solo unos días no podía ni ver –Iglesias y Montero ponen en la ‘puta calle’ a sus guardaespaldas de la Guardia Civil–
Iñigo, a pesar de todo, no es un traidor, sino que debe ser un aliado de Podemos. La indignación ante la falta de respeto a nuestros espacios colectivos es natural y lógica, pero debemos afrontar la situación con madurez y responsabilidad. Nuestro trabajo es ser útiles a la ciudadanía y ello pasa por ser generosos y responsables tratando de construir una confluencia lo más amplia posible. Comparto la preocupación expresada por muchos de nuestros secretarios autonómicos.
Podemos debe ahora tener un debate sosegado y la dirección interina de nuestra organización madrileña debe bajar ese debate a los círculos. Debe hablarse de programa, de proyecto para Madrid y también de procedimientos de participación y decisión con Izquierda Unida y con los actores con los que hemos construido Unidos Podemos. Debe hablarse también con otros actores de la sociedad civil y por supuesto con el partido de Íñigo y Manuela. Pero para llegar a ese punto Podemos necesita tener un debate propio sin que se le pretenda imponer tragar con platos precocinados. Hemos cometido errores pero para enmendarlos y asumir responsabilidades nos hemos dotado de procedimientos que deben ser respetados y que tienen sus tiempos.
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72