Le resbala absolutamente todo. José Luis Rodríguez Zapatero vive en su burbuja de cristal y le da igual que los venezolanos se mueren literalmente de hambre mientras él le hace el caldo gordo al sátrapa de Nicolás Maduro o de que el PSOE, electoralmente, no esté en su mejor momento, pese a los chutes de esteroides demoscópicos de ‘MasterCIS Tezanos’. Él es otro ególatra que solo piensa en sí mismo.
A mes y medio para las elecciones generales del 28 de abril de 2019, al expresidente del Gobierno no se le ha ocurrido mejor idea que adquirir el casoplón donde estaba viviendo de alquiler en Madrid, concretamente en Somosaguas, por un valor que está muy por debajo del precio de mercado.
Concretamente, según informa este 9 de marzo de 2019 ‘La Otra Crónica’ (El Mundo) la nueva casa de Zapatero está en el barrio de Valdemarín, en Aravaca, junto al Hipódromo de la Zarzuela. Exactramente en la calle Níscalo:
La zona, considerada como el Beverly Hills de Madrid, es comparable a otras como el Viso, la Moraleja o la urbanización de la Finca, en Pozuelo de Alarcón; en ella el metro cuadrado en vivienda nueva asciende a 5.335 euros.
El chalé que ha comprado el ex presidente del Gobierno forma parte de una promoción de 18 viviendas de lujo (Urbalia Valdemarín) comercializadas entre los años 2008 y 2009 por la promotora de alto standing Urbalia. Su precio de salida alcanzaba los dos millones de euros, muy lejos de lo que ha pagado el actual consejero de Estado.
Se trata de una casa pareada, de tres plantas y casi 400 metros cuadrados, con acabados de lujo y ascensor privado. Tres dormitorios, cada uno con su baño, y un aseo en la planta baja. En la terraza, con impresionantes vistas del skyline madrileño, tiene una piscina privada.
Evidentemente, aunque sea lícito que cualquier persona trate de conseguir el mejor precio por adquirir una vivienda, lo cierto es que el gesto, a pocas semanas de las elecciones, no es la mejor noticia que podría llegar hasta los fueros de Ferraz.