Son algo más que sospechas sobre sus malas artes y que dan cuenta de cómo se las gastó en su día el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero para ahora, seis años después y por lo bajinis, sacar algo más que tajada con un chalet en el cotizado barrio de Valdemarín, en el distrito de Moncloa-Aravaca, que ya quisieran muchos para sí, y a precio de risa. (Los intringulis del chollo por el que Zapatero ha comprado por 800.000 € este chalé de dos millones).
El expresidente firmó un contrato de alquiler con opción a compra en 2012, en plena crisis. El banco con el que lo suscribió ha tenido después como consejeros a dos de sus exministros: Pedro Solbes y Cristina Garmendia.
Según da cuenta Ana Isabel Martín en ‘EsDiario’, en el epicentro de esta apestosa trama está CaixaBank, un banco que se reestructuró precisamente en los últimos meses de Gobierno de Zapatero y que, después de aquella operación, hoy es la tercera entidad financiera española.
Zapatero se mudó al chalet que ahora ha comprado en el otoño de 2012. Ya por entonces el inmueble, uno de los 18 de una urbanización de lujo construida por Urbalia, había caído en manos de la entidad bancaria después de que la promotora presentara un concurso de acreedores en octubre de 2009 y finalmente quedara disuelta.
Debido a la crisis, el banco catalán llegó a tener una cartera de inmuebles valorada en 3.097 millones de euros, casi 2.000 de ellos correspondientes a activos de promotores inmobiliarios.
En 2012, el expresidente socialista y su mujer, Sonsoles Espinosa, firmaron un contrato de alquiler con opción a compra. El precio de venta, que ahora puede parecer irrisorio, se pactó entonces, en plena crisis de ladrillo. Cuando eran chalets que no bajaban del millón y medio de euros cinco años antes.
El banco creó en 2015 un consejo asesor de banca privada en el que dio entrada a los dos citados exministros de Zapatero. Precisamente el próximo 5 de abril, los accionistas de la entidad votarán la incorporación de la exministra de Ciencia e Innovación como consejera independiente de CaixaBank.
El 2011, el último de Zapatero en La Moncloa, fue un año de cambios para la entonces caja de ahorros, que en ese ejercicio tuvo un beneficio neto de 1.053 millones. Lo que era La Caixa dio un salto de gigante y a mediados de año se convirtió en un poderoso grupo bancario, actualmente el tercero del país, y empezó a cotizar en Bolsa.
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