No es conocida, pero Eva Maldonado fue una de las principales artífices del regreso de Pedro Sánchez a la política, tras su dimisión el 1 de octubre de 2016, y el triunfo en las primarias frente a los otros dos candidatos en disputa, Susana Díaz y Patxi López.
Maldonado, entonces una sencilla militante socialista, impulsó la campaña ‘Militantes en pie’, que promovió la celebración de un congreso extraordinario con primarias para elegir al nuevo secretario general del PSOE y evitar el dedazo que pretendía los barones y aparato de Ferraz para colocar en el cargo a la presidenta andaluza.
Eva Maldonado impulsaba entonces una importante movilización de las bases para exigir democracia interna y la elección de un nuevo líder socialista, entonces estaba en manos de la gestora presidida por Javier Fernández.
Dos días después de la tumultuosa renuncia de Sánchez, empezó a recoger firmas en su apoyo, en una campaña en la que colaboraron activamente otros militantes, como el alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez Salas y que finalmente dio sus frutos con la victoria del ahora presidente del Gobierno.
Sánchez, agradecido, quiso dar mayor relevancia a Maldonado que pronto fue una de las voces más acreditadas del PSOE en Galicia y, por ello, había dado luz verde para que esta socialista, con más de 30 años de militancia, ocupase un puesto en las listas para el Senado. Ahora la ha traicionado.
Maldonado fue la candidata más votada por los militantes de Orense para el Senado. Sin embargo, en la propuesta final, figuraba como número tres. Una decisión que atribuye a Gonzalo Caballero, líder de los socialistas gallegos. Y ahora denuncia.
«Tras conocer que la Comisión Federal de Listas a instancias de la Ejecutiva Nacional Gallega, ha decidido, con alteración de los resultados de las votaciones de los afiliados, relegarme al número tres al Senado, ratificado el Comité Federal, he decidido presentar mi renuncia», ha dicho.
Pero no se va a callar y sus palabras, recordando cómo llegó Sánchez a la secretaría y al Gobierno, anticipan lo que puede ser un calvario a partir de ahora para el candidato del PSOE:
«La convicción de que la decisión de los militantes era soberana, fue la que me hizo dar un paso al frente antes que nadie, para devolver la voz a mis compañeros cuando un comité federal derrocó a Pedro Sánchez. Así, inicié una campaña para promover unas primarias y un congreso extraordinario que permitiera devolver la legitimidad de la decisión de los militantes».
«Tras alcanzar el objetivo, los militantes apoyaron de forma mayoritaria al que hoy es presidente del Gobierno», avisa.
