Sin medias tintas. José María Marco juega fuerte y en una entrevista con ‘La otra crónica’ (El Mundo) no solo hace gala de su condición de homosexual, algo que confsó a sus propios padres en la agonizante recta final del franquismo, en 1972, sino que además le ‘roba’ a la izquierda la bandera que siempre ha enarbolado en relación a la defensa de los derechos del colectivo gay.
Este 30 de marzo de 2019 desmiente al suplemento de El Mundo que el partido de Santiago Abascal sea homófobo:
Me presento a las elecciones con Vox porque tenemos un problema con la existencia de la nación española y el partido que mejor trata este asunto es Vox. En Vox no hay homofobia, hay una opinión sobre el matrimonio homosexual.
Quizá discrepa de las intenciones de su presidente de abogar por quitar la palabra matrimonio en lo que concierne a la unión de parejas del mismo sexo:
El matrimonio homosexual me parece bien. Es una cuestión de derechos y de dignidad de los homosexuales.
Y critica al PP por no haber tenido cintura en 2005, cuando se aprobó la ley del matrimonio homosexual:
En su momento hubo una falta de reflejos en el Partido Popular. Habría sido posible hacer un contrato de unión civil entre personas del mismo sexo sin llamarlo matrimonio, que era el término polémico.
Sostiene, eso sí, que la ideología nada tiene que ver con la orientación sexual:
Se exagera en cuanto a la identificación de la homosexualidad con una posición política determinada, siempre de izquierdas. La homosexualidad no atañe a la ideología de las personas, como no atañen otros aspectos de su intimidad.
Y asegura que él nunca se ha sentido señalado por su condición de homosexual:
Yo no he sufrido la homofobia. He debido de ser un privilegiado porque siempre he vivido en un ambiente tolerante y respetuoso.