Las caritas de los podemitas resquebrajados de Madrid este 26-M merecen una pieza aparte, y lo merecen porque ellos solos y sin necesidad de ayudarles nadie han perdido el Ayuntamiento de Madrid al que en 2015 accedió Manuela Carmena como alcaldesa.
Las luchas internas de la izquierda exaltada propiciaron la fragmentación en la capital, con Más Madrid por un lado y la coalición liderada por Sánchez Mato y a la que finalmente dio su apoyo Pablo Iglesias, por otro, ni llegando al 5% necesario para optener representación y birlando todos esos votos, por tanto, a la alcaldesa… Toda una jugada maestra de la izquierda podemita. Monedero airea su rabia contra Errejón en las redes sociales acusándole de haber roto Podemos: «¿Te ha merecido la pena, Íñigo?»
La noche electoral del 26-M fue de lo más dolorosa para Carmena y su equipo de Más Madrid, especialmente para Rita Maestre. La hasta ahora portavoz del Ayuntamiento de Madrid no pudo contener las lágrimas en la comparecencia de la alcaldesa que ahora se retirará de la política.
Tampoco Errejón tenía cara de festejo de ningún tipo, pues en la Comunidad no ha sido capaz de recibir los votos suficientes para dar apoyo a un hipotético gobierno del ganador de las elecciones, el socialista Gabilondo. De nuevo a nivel autonómico en Madrid uno de los problemas vino por la disgregación podemita, pues la candidatura morada de Isa Serra -la grafitera de cajeros- se quedó con un 5,76% de los votos.
El batacazo de Podemos es histórico y ahora comienza su gran momento: entre ellos mismos empezará una sangrienta guerra de la que ni se imaginan las consecuencias.
Lo propio le ocurrió a Ada Colau, que no pudo contener las lágrimas al salir ante los medios de comunicación y sus seguidores tras confirmarse que caía derrotada en el Ayuntamiento de Barcelona, confirmando otro batacazo brutal para el podemismo y el final del movimiento conocido como ‘las alcaldesas del cambio’.