La pelea tuitera no era más que una cortina de humo

La guerra feminista en Podemos entre Rodríguez y Montero esconde el control de 1,7 millones de euros

La líder de Adelante Andalucía había vetado a IU de la cuenta corriente de la formación

La guerra feminista en Podemos entre Rodríguez y Montero esconde el control de 1,7 millones de euros
Teresa Rodríguez e Irene Montero.

Es su modus operandi habitual, desviar la atención de lo realmente mollar.

El último episodio de la técnica de distracción emprendida por Unidas Podemos, una guerra feminista entre Irene Montero y la purgada Teresa Rodríguez, escondía una cuantiosa suma, cerca de 1,7 millones de euros, que es la cantidad que tenía asignada el grupo de Adelante Andalucía en el Parlamento andaluz.

Los navajazos que se propinaron la líder sureña y la ministra de Igualdad, pese a que se revistió de una mera cuestión de falta de respeto al embarazo de Rodríguez y aprovechar su baja laboral para expulsarla del grupo parlamentario de la marca morada, en realidad ocultaban razones económicas de peso.

Tal y como cuenta este 31 de octubre de 2020 el diario El Mundo, después de que tanto Teresa Rodríguez como Pablo Iglesias escenificaran en un vídeo un divorcio político de forma amistosa, la primera ha intentado por todos los medios romper puentes con la matriz morada.

Uno de los primeros pasos fue ordenar en septiembre de 2020 a la Caja de Ingenieros que se negara el acceso a la cuenta bancaria al apoderado de Izquierda Unida y hasta se cambió la cuenta a la que debían de ingresarse las asignaciones para Adelante Andalucía y donde ya no estaría nadie de IU-Podemos autorizado para controlar los fondos.

De hecho, Rodríguez era quien controlaba la mayor parte de las cantidad asignada al grupo político, en torno a dos terceras partes, cerca de 1’1 millones por los menos de 600.000 que le correspondían a los de Izquierda Unida.

Por esa razón a IU-Podemos le interesaba sobremanera cargarse a la que fuera candidata en las elecciones del 2 de diciembre de 2018 a la Junta de Andalucía y a otros siete parlamentarios afines porque así Izquierda Unida recuperaba el control de ese dinero.

La intención de IU es mantener la totalidad de la asignación y poner la parte que le corresponda al servicio de Podemos, a quien considera su legítimo beneficiario, pese a que el partido morado no tiene teóricamente representación, pues sus diputados (los siete expulsados con Teresa Rodríguez y otros tres en tierra de nadie) no responden ya a la disciplina de partido.

MANIOBRAS PARA ROMPER CON LOS PODEMITAS

Teresa Rodríguez, como líder de los podemitas andaluces antes de separarse de los de Pablo Iglesias, fue adoptando una serie de decisiones para socavar el terreno de IU-Unidas Podemos.

Una de sus primeras decisiones fue reconvertir al partido en su autonomía como Adelante Andalucía sin evacuar consultas a sus socios. Asimismo, optó por meter en el seno de la formación a una de las vertientes de los podemitas y de la que ella formaba parte, los Anticapitalistas.

También impuso como norma de obligado cumplimiento evitar cualquier tipo de pacto con el PSOE e incluso a mostrarse crítica con decisiones del Gobierno de Pedro Sánchez, lo que ha llevado aparejado un reforzamiento de la gestión de Juan Manuel Moreno Bonilla (Partido Popular) al frente de la Junta de Andalucía.

Era tal el control caudillista que llegó a ejercer que hasta prohibió que la parte de IU-Podemos pudiese tener acceso a las redes sociales del partido.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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