La Comisión no realizó ningún llamado a cumplir con las medidas de prevención sanitaria en sus convocatorias

Al 8-M ‘se la suda’ la salud pública y convoca otra manifestación feminista el 25N

A pesar de estar en plena segunda oleada de contagios, la comisión llama a protestas multitudinarias argumentando que “no hay restricciones para el feminismo”

Al 8-M 'se la suda' la salud pública y convoca otra manifestación feminista el 25N
Irene Montero en el 8-M PD

A la Comisión del 8-M ‘se la suda’ el impacto sanitario de las manifestaciones feministas.

A pesar de la polémica por el disparo de contagios en toda España tras la celebración de las protestas del 8-M de 2020, la organización lanza una nueva convocatoria para el 25 de noviembre. Sí, en plena segunda oleada del COVID-19.

Con centenares de muertes cada día, la Comisión del 8-M olvida que se le atribuyeron a sus manifestaciones de marzo hasta 30.000 positivos por COVID-19 tan solo en Madrid.

Mientras que autónomos han tenido que cerrar sus negocios para intentar contener el virus y ajustarse a las recomendaciones sanitarias, las feministas llaman a ‘tomar’ las “calles, plazas y barrios” de Madrid para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Una decisión que, a pesar de ir contra del sacrificio general realizado por los ciudadanos, justifican anunciando que “no hay restricciones para el feminismo”.

Bajo el lema ‘Vecina confinada, aquí están tus hermanas’, estas feministas próximas a Unidas Podemos instan a “visibilizar las violencias machistas en calles y plazas”.

Según el comunicado difundido por la Comisión 8M, que agrupa a 38 asambleas y colectivos, tales entidades “se han coordinado para organizar acciones comunes pero descentralizadas de distinto tipo, como concentraciones, lecturas de manifiesto, colgadas de carteles y pancartas, performances o repartos de folletos”.

En un intento de justificar su llamado a las manifestaciones en plena segunda ola, desde la Comisión recalcan que “cómo la pandemia agrava la situación de las mujeres que sufren violencias machistas, porque facilita el control que ejercen los agresores al tiempo que dificulta el acceso de las mujeres a los recursos existentes, más limitados aún en esta situación de crisis sanitaria”.

Las protestas del colectivo 8-M hacen un llamado tan general que apuntan a que no se cumplirán con las medidas anti-Covid como, por ejemplo, las reuniones limitadas a un máximo de 6 personas, tanto en espacios públicos como en el ámbito privado.

Bastante preocupante resulta que en los carteles que distintos colectivos de la Comisión 8M están distribuyendo en las redes sociales para la convocatoria del 25N no aparece ninguna referencia a guardar la distancia mínima de seguridad sanitaria por el COVID-19.

Las únicas indicaciones que se dan son “ven vestida de negro” y “trae una luz y una flor”.

El ‘legado’ del contagioso 8-M

La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, desveló que tras las manifestaciones del Día de la Mujer, y las actividades que transcurrieron ese fin de semana, la proyección del coronavirus en Madrid se multiplicó hasta la previsión de 30.000 posibles contagios.

Un estudio publicado por OKdiario  en mayo de 2020 demostró que, de haberse decretado el estado de alarma aquel 8-M en el que se permitieron e impulsaron las manifestaciones feministas, en vez de haberlo hecho el 14-M en el que se adoptó, el número de contagios se habría reducido nada menos que un 88,2%.

Un recorte más que suficiente para haber evitado el colapso sanitario que ha sufrido España y que ha costado la vida a infinidad de personas.

No se trata de datos a tomar a la ligera cuando la situación sanitaria en España aún está muy inestable.

Es importante recordar que las concentraciones del 8-M de 2020 reunieron a 136.430 personas, de las cuales 120.000 asistieron a la convocatoria principal en la capital. Así lo indicó el Gobierno posteriormente en una respuesta parlamentaria escrita al grupo del PP en el Congreso.

A la marcha en el centro de Madrid acudieron la ministra de Igualdad, Irene Montero, de Podemos, y otras integrantes del Gobierno como la vicepresidenta Carmen Calvo o la titular de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, además de la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez. Todas ellas dieron positivo en coronavirus con posterioridad.

A pesar de que el PSOE supo de los riesgos del coronavirus 50 días antes de la celebración del mortal 8-M, desde el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se busco justificar la celebración de la manifestación feminista alegando el desconocimiento de su posible impacto en la salud pública.

Una excusa que ahora no podrán esgrimir desde la Comisión del 8-M.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

Lo más leído