«Dar el indulto a los golpistas para que vuelvan por la misma senda sería un ridículo histórico para el PSOE».
Sería toda una declaración de intenciones.
Pero, conociendo el percal de los socialistas, al final no es más que una afirmación con la boca pequeña y, a buen seguro, que en cuanto el PSOE nacional le dé un toque acabará por matizar sus palabras.
Y es que ya son muchas demostraciones por parte de los barones territoriales del socialismo español que se ponen muy farrucos ante lo que entienden que son auténticos atropellos por parte de la tropa de Pedro Sánchez hacia los intereses de España, pero luego, cuando desde Ferraz o desde Moncloa se les reclaman explicaciones, se bajan los pantalones.
Una vez más, un ‘sospechoso habitual’ en este ejercicio de contorsionismo dialéctico, Emiliano García-Page, presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, ha alzado este 30 de diciembre de 2020 la voz en el programa ‘Espejo Público’ (Antena 3) para arremeter contra la posibilidad de que a los golpistas catalanes se les premie con el indulto.
A juicio del dirigente castellano manchego, el PSOE no haría otra cosa que quedar en evidencia poniendo en la calle a quienes, a buen seguro, volverán a reincidir en sus ensoñaciones soberanistas:
Si una vez recibido el indulto los líderes nacionalistas volvieran al mismo camino, sería un ridículo histórico para el PSOE. Reconozco que me disgusta el hecho de que los indultos estén manoseados desde el punto de vista político. ¿Qué pasaría si mañana se indultara y pasado mañana volvieran por el mismo camino los independentistas? Que el ridículo sería histórico.
Page, en plan bravata de barra de bar, llegó a decir:
¡Que se metan el indulto por donde les quepa!
Y recordó que Oriol Junqueras, el que fuera vicepresidente catalán y líder de ERC, aseguró que volvería a la intentona golpista:
Ya dijo que lo volverían a hacer.
Para el socialista manchego, los independentistas están jugando de boquilla al asegurar que ellos no quieren el indulto y cree que lo hacen porque, electoralmente, ahora les conviene ahondar en ese papel de víctimas propiciatorias:
Que ahora digan que no quieren el indulto se debe a que camuflan que lo quieren pero quieren que sus votantes piensen que no. Es una ceremonia absurda.
Incide en el hecho de que aunque el PSOE quisiera pacificar y rebajar tensiones en Cataluña, como recientemente acaba de plantear el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, al final sería quedar como ‘La Chata’ de cara a los votantes y a todos los españoles:
Aunque se tenga la buena voluntad en pro de arreglar las cosas en Cataluña, el ridículo sería histórico.
EL ANTECEDENTE DE LA NEGOCIACIÓN CON EH BILDU
Las palabras de Page tienen que ser puestas necesariamente en cuarentena viendo, por ejemplo, qué sucedió con las airadas protestas ante el pacto con EH Bildu para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado.
El presidente de Castilla-La Mancha, con sus homólogos de Aragón, Javier Lambán y el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, piaron de lo lindo en contra de acordar los PGE con la banda de Arnaldo Otegi asegurando que ese acuerdo «no tenía un pase» o que les producía vómitos.
Sin embargo, como bien reflejó Vicente Vallés, presentador de las noticias nocturnas de Antena 3:
Las voces de Fernández Vara, Lambán o García-Page están amortiguadas por su fidelidad, por eso que se dio en llamar el patriotismo de partido. De hecho, sus críticas sirven para que la alta dirección disponga de un relato autojustificativo de que los viejos principios no se han diluido, a pesar de todo.
Y es que, como bien dijera Alfonso Guerra en sus tiempos mozos, «aquel que se mueva, no sale en la foto».
