El diccionario de la RAE lo define de forma meridiana: ‘Persona que trabaja cuidando niños‘.
Y aporta algunos sinónimos de ‘niñera‘ harto elocuentes: ‘nodriza, tata, institutriz‘.
Ignoramos en Periodista Digital cuál de los términos se ajusta mejor o gusta más a María Teresa Arévalo Caraballo, 40 años, natural de Miguelturra, pueblo de Ciudad Real y quien en el oscuro portal de Transparencia de Podemos, confiesa haber estado matriculada en la Universidad Complutense, en Políticas, pero que sólo tiene el título de Secundaria, en Bachillerato.
Esa magra formación académica no impidió que fuera asistente parlamentaria de Podemos-En Comú Podem-En Marea durante la XI Legislatura, que ejerciera de diputada por Albacete en el Congreso de los Diputados entre 2016 y 2019 y que ahora sea, además de bien pagada asesora del Ministerio de Igualdad, la ‘niñera’ oficial de Pablo Iglesias e Irene Montero.
No se podía definir mejor este ‘apaño’ que como lo hizo Carlos Herrera este 4 de febrero de 2021:
Podemos es un partido al servicio de un matrimonio, los Ceaucescu, que tienen ahí a una red debajo de babosos que están a su servicio, nada más.
La historia que vio la luz para vergüenza de los líderes podemitas es muy sencilla:
La exabogada de Podemos, Mónica Carmona, entrega al juez que lleva el ‘caso Neurona’ un informe en el que denuncia que tanto el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, como la ministra de Igualdad, Irene Montero, han utilizado de forma irregular a una asesora de nivel 30 del Ministerio de la segunda, para que ejerza de niñera con su hija pequeña Aitana (1 año y medio).
María Teresa Arévalo Caraballo es esta persona, que habría compatibilizado el cargo primero con su sueldo del grupo parlamentario de la organización y después, con un salario del Ministerio de Igualdad después de ser nombrada jefa de gabinete adjunta de la cartera:
La supuesta niñera de los hijos de Pablo Iglesias e Irene Montero, que no llegó a terminar sus estudios universitarios, percibe un salario público de 51.946 euros y continúa en la actualidad en el mismo puesto dentro del Ministerio de Igualdad, que se encuadra en el grado más alto de la Administración.
Cuando Aitana llora, la asesora se la lleva a Montero
El triple tirabuzón del asunto es lo que publica hoy El Español; Irene Montero se lleva a su asesora a reuniones con otros miembros destacados del Gobierno pero para que haga de niñera con Aitana:
«Teresa no entra en las reuniones, se queda en una habitación cercana y, cuando la niña llora porque necesita comer, avisa a la ministra y le lleva a su hija. Y cuando termina vuelve a recoger a la niña», relatan fuentes que han presenciado esta dinámica.
Y es que esto son Pablo Iglesias e Irene Montero, de modo que no queda más remedio que ilustrar esta noticia con el meme de ambos en el Congreso pidiendo para una niñera… Resulta del todo patético.
Señala el ABC en su editorial de esta jornada que los líderes podemitas por un lado llevan el discurso de «la regeneración política, transparencia, populismo, ‘democracia real’, defensa de los desfavorecidos aplastados por un sistema injusto… Pero por otro va la oscura realidad del enchufismo, el amiguismo, la opacidad, los privilegios de casta, la guillotina orgánica…»
Demasiadas mentiras
Muy jugoso este texto opinativo de la cabecera de Vocento, que da en el clavo con aquello en lo que se ha convertido el partido morado -y siempre se vio venir-:
Sea legal o no, lo cual es muy discutible, porque los hechos se basan en la utilización de dinero del partido para uso particular, y de dinero público para justificar un cargo-escaparate, lo cierto es que todo es una desfachatez desde la perspectiva de la ética pública y la ejemplaridad. O bien ficharon como alto cargo a su amiga -irónicamente también «responsable de políticas de cuidados» del partido-, o bien utilizan las prebendas de un cargo para ahorrarse un gasto que generan sus hijos. En cualquiera de los dos casos, el motivo para que dimitan es obvio. Sobra imaginar qué habrían dicho si esto hubiese ocurrido en un Gobierno del PP.