No da nombres. Y ni falta que hace.
A Felipe González, expresidente del Gobierno de España, se le entiende todo con meridiana claridad.
El histórico dirigente del PSOE se ha lanzado a la aventura de los podcast y en una serie titulada ‘Sintonías infrecuentes’ arranca con una severa crítica contra Pedro Sánchez y su proverbial optimismo con la gestión de la pandemia del coronavirus.
Para quien ha sido el jefe del Ejecutivo que más legislaturas ha encadenado en La Moncloa durante la etapa democrática, lo que está haciendo el actual inquilino del palacio presidencial es estar fuera de la realidad:
Un dirigente con responsabilidades políticas tiene que hacerse cargo del estado de ánimo de los demás. Cuando todo está mal aparece un tío que te dice que todo está bien y que el futuro es cojonudo. Pero oiga, ¿usted está viviendo la realidad de sufrimiento y de crisis que estoy viviendo?
Felipe González critica abiertamente los objetivos cortoplacistas del actual Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, especialmente porque ve en el socio podemita un interés que nada tiene que ver con el que precisa el conjunto de España:
El líder político es el que ofrece un proyecto con una dimensión de medio y largo plazo y con el menor carácter mercenario posible. No pido un proyecto para mí ni para mantenerme en el poder, pido un proyecto que sirva a los ciudadanos. En el momento que vive España se ve una ausencia de liderazgo desde el respeto institucional y la centralidad de gobernar para todos. La ausencia de voluntad de transversalidad, cuando más lo necesita, eso es evidente.
Es más, entiende que formaciones como la de Pablo Iglesias no trabajan a fondo los asuntos y creen que todos los problemas pueden solventarse con propuestas de mercadillo de todo a cien:
En situaciones de crisis o de angustia ofrece a los ciudadanos una respuesta simple a un problema complejo
Para González, el ejemplo en el que hay que fijarse es en el de Alemania y su canciller, Angela Merkel. Para el expresidente del Gobierno la presidenta germana, al contrario que lo que hace Sánchez, es primero consensuar medidas y después salir a dar todo tipo de explicaciones:
Merkel comparece ante la opinión pública a las tres de la madrugada después de haber estado 12 horas reunida con los presidentes de los landers. Y dice, con una sencillez aterradora, esto no va bien, hay que tomar decisiones y precauciones. Pero primero se lo ha currado 12 horas con los presidentes de los landers.
