Es justo y necesario, que dirían los sacerdotes, reconocer la autoría de la idea.
Santiago González, en su tribuna de El Mundo de este 31 de julio de 2021, echa abajo la nueva ocurrencia de Irene Montero para, supuestamente, defender a las mujeres de la violencia machista.
La titular del Ministerio de Igualdad comparecía esta semana del 26 de julio al 1 de agosto de 2021 en una rueda de prensa junto a las podemitas Noelia Vera, otra con casoplón, y la magistrada en excedencia, Victoria Rosell, ‘miss Aeropuertos’ para presentar unos puntos violetas o morados.
En definitiva, se trata de que comercios y empresas pongan en un lugar visible una especie de disco o de señal visual que recuerde a las mujeres amenazadas por conductas machistas que están en un lugar protegido.
Lo curioso es que el propio González ofrece un dato demoledor sobre cómo ha evolucionado la seguridad para las mujeres en España.
Y resulta que desde que Irene Montero ha llegado al Gobierno y se ha hecho con la cartera de Igualdad, la cifra no puede ser más desoladora:
España es uno de los países más seguros para las mujeres, aunque no tanto desde que la marquesa es ministra de Igualdad. Al llegar al Gobierno, el Women, Peace and Security Index consideraba a España el quinto país del mundo en condiciones de vida para las mujeres. Durante su gestión ha retrocedido 10 puestos. Por si el turismo no estuviera en crisis, su Ministerio hace saber a las mujeres de Europa que somos un país peligroso y que si vienen aquí no deben entrar en tiendas sin punto morado, que luego vienen los líos.
Pero la coña real viene cuando se le recuerda a la ministra ‘igualitaria’ los episodios que ha habido dentro de Unidas Podemos.
Varios dirigentes han tenido diversos problemas a cuenta de cierta violencia machista, bien ejercida físicamente o a través de las redes sociales.
Para empezar, el mal ejemplo lo tenía Irene Montero en su propia casa cuando Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero se jactaban de lo que les gustaría «azotar hasta que sangrase» a la periodista Mariló Montero.
O qué decir de ese líder de Unidas Podemos en Burgos condenado por abusos sexuales. Pedro de Palacio Maguregui no tuvo el menor reparo con 17 años que coger por banda a una niña de cinco años y someterla a todo tipo de vejaciones.
Tampoco parece que tuviera mucho interés Montero en atar en corto a Salvador Salvatierra, número uno del partido en Badajoz y senador que, en 2017, fue pillado con pornografía infantil, amén de tener que hacer frente a acusaciones de presuntos abusos sexuales…¡¡¡hacia su propia sobrina!!!
Igualmente se le recuerda a la ministra que Unidas Podemos, que algo tiene que decir en los Gobiernos de Baleares y de la Comunidad Valenciana, se ha puesto de perfil en los casos de los abusos a las menores tuteladas o como el exmarido de Mónica Oltra, vicepresidenta valenciana, también se vio implicado en un caso de presuntos abusos a una joven y como en el partido nadie ha dicho ni media al respecto.