Yolanda Díaz es ya una clara amenaza al PSOE de Pedro Sánchez.
De hecho, socialistas pata negra como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ya habían puesto sobreaviso a los suyos sobre el peligro que entraña la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en el Gobierno socialcomunista.
En octubre de 2021, en ‘El Objetivo’ (laSexta), el expresidente de la Junta de Extremadura lanzaba esta advertencia:
Iglesias era el producto de una teoría política que había aprendido en la facultad y en los libros. Yolanda es el producto del Partido Comunista y los comunistas saben mandar. Díaz es peligrosa. Siempre que hemos estado con los comunistas nos ha ido mal. Nos fue mal en la República, en la Guerra Civil, cuando Almunia pactó con Frutos y ahora tengo la sospecha de que muy bien no nos va a ir.
Tampoco es baladí el hecho de que un 70% del electorado del PSOE considerase que una candidatura encabezada por Yolanda Díaz iba a restar votos al partido de Pedro Sánchez.
Pero ahora el peligro de la aún política podemita se acrecienta con el acto que tiene lugar este 13 de noviembre de 2021 en Valencia.
Se trata de la primera piedra de toque a lo que puede ser el inicio de la demolición de Unidas Podemos y el surgimiento de una plataforma en la que Yolanda Díaz reclutaría a políticas de la extrema izquierda y del comunismo más rancio.
Así las cosas, al proyecto de Díaz se sumarían a ojos cerrados la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra (Compromís), Mónica García (Más Madrid), la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (En Comú Podem) y Fátima Hamed, líder de un partido de extrema izquierda en Ceuta, Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC).
Tan fuerte se ve la política gallega que ni tan siquiera ha contado para el encuentro en la capital del Turia con quienes son compañeras de partido y de la mesa del Consejo de Ministros, Ione Belarra e Irene Montero.
La solidez de esa plataforma que pretende sacar adelante la ministra de Trabajo es algo con lo que no contaba Pedro Sánchez.
De hecho, al presidente del Gobierno le lleva por la calle de la amargura la posibilidad de que Díaz consiga presentarse a las elecciones generales de 2023 con un proyecto nuevo.
La estrategia del inquilino de La Moncloa ha sido ir minando la relevancia de Unidas Podemos dentro del Ejecutivo, pero nunca consideró la posibilidad de que Díaz fuese por libre y hasta entablase duras batallas contra su propio Gobierno como está aconteciendo con la reforma laboral
No obstante, a pesar de que Pedro Sánchez tiene que estar en estos momentos con un nudo en la garganta, lo cierto es que, tal y como detalla ABC en su editorial de este 13 de noviembre de 2021, aún está por ver que la plataforma de Yolanda Díaz tenga luego el único apoyo real, el de las urnas:
Díaz no lo tendrá fácil. Primero porque en ningún sitio está escrito que, más allá de un revulsivo mediático, sea una líder electoral real capaz de igualar a Iglesias. Segundo, porque la tendencia demoscópica tiende a castigar a la izquierda. Y tercero, porque en absoluto esa izquierda cainita que pretende unificar vaya a someterse al ordeno y mando de un partido hecho a la medida exclusiva de Díaz.
De esta operación recelan las desorganizadas ‘mareas’ gallegas y la líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, que ha renegado de Podemos y del caos orgánico que representan Iglesias y Díaz. Con todo, lo más llamativo es la ausencia de Ione Belarra e Irene Montero, líderes del actual Podemos. Díaz no cuenta con ellas. O se suman de modo sumiso e irrelevante, lo que supondría el fin de Podemos, o se enfrentan a ella. En su día la fractura electoral arruinó a la derecha. Hoy esa amenaza puede ser para la izquierda.
