"La desmesurala tomaron por enseña los fascistas italianos y luego los que alentaron crisis como la de la República de Weimar y la Segunda Guerra Mundial"

Tezanos ‘cocina’ un ensayo de odio contra PP y VOX: «Los discursos de Abascal y Casado recuerdan a los de Hitler y Mussolini»

"Si llegamos hasta los años veinte y treinta del siglo XX, la verdad es que podríamos encontrarnos con las mismas o muy similares prácticas de desmesura y de utilización de los recursos al odio"

Tezanos 'cocina' un ensayo de odio contra PP y VOX: "Los discursos de Abascal y Casado recuerdan a los de Hitler y Mussolini"
José Félix Tezanos.

No solo ‘cocina’ encuestas.

José Félix Tezanos, presidente del Centro de Iniciativas Sociológicas, el CIS, se apunta también a preparar indigestos ensayos de odio contra la derecha.

Su última perla de este mes de diciembre de 2021 en la revista Temas no hay por dónde cogerla.

Utiliza la actual situación que vive la sociedad española, aún inmersa en la devastación que ha provocado la pandemia por el coronavirus, para advertir sobre los riesgos que entraña hacer seguidismo de los discursos de políticos como Pablo Casado (PP) y Santiago Abascal (VOX).

Dice el sociólogo de cabecera de Pedro Sánchez que:

Los retrocesos en los niveles de bienestar social y de integración laboral que habían sido alcanzados durante los años del consenso keynesiano, ha acabado dando lugar a un mal ambiente en el pulso de la calle. Mal ambiente que inevitablemente está produciendo efectos negativos en múltiples esferas de la vida política.

Uno de los principales efectos de esta situación es la difusión de sensaciones de desazón política difusa en una parte apreciable de la población. Desazón que, a su vez, está penetrada por componentes de un resentimiento crítico que se nota especialmente entre las nuevas generaciones que, en proporciones notables, entienden que no van a lograr –no están logrando– los niveles de vida y de bienestar que alcanzaron sus propios padres, debido a la quiebra de los procesos generales de movilidad social ascendente que experimentaron sus mayores desde los inicios de la revolución industrial.

Deja caer las primeras referencias a Hitler y Mussolini:

Movilidad ascendente que en muchos lugares ayudó a consolidar modelos de sociedad y paradigmas políticos sustentados en una conciencia social mayoritaria de pertenencia a las clases medias y de autoubicaciones políticas en un centrismo un tanto inespecífico; pero claramente anclado en posiciones de moderación y de rechazo no solo de los extremos ideológicos, sino también de las “estridencias” y las “desmesuras” políticas.

Algo que se había logrado afianzar en las sociedades más avanzadas, bajo el recuerdo aún de las desmesuras de los Hitler, los Mussolini y todos sus imitadores y seguidores. Incluidos los españoles.

De hecho, durante mucho tiempo las desmesuras y extremismos políticos eran calificados por los especialistas y comentaristas como una parte de eso que los anglosajones llamaban “la franja lunática de la política” (lunatic fringe).

LOS EFECTOS DE LA PANDEMIA

Según el razonamiento de Tezanos, la crisis generada por la pandemia es la puerta de entrada a este tipo de políticos:

De forma que el shock del coronavirus ha impactado muy críticamente en sociedades que ya habían quedado muy afectadas en sus capacidades para asentar modelos de organización y de vida que una gran parte de la población pudieran considerar –y valorar– como razonables y esperanzadores. Para ellos y para sus descendientes.

A pesar de que en momentos tan críticos como los actuales han estado presentes discursos políticos positivos y se han tomado medidas concretas que han permitido hacer frente, con éxitos indudables, en nuestras sociedades han anidado también reacciones y comportamientos políticos que, desde una óptica analítica rigurosa y distanciada, pueden ser calificados como “patologías”.

De la misma forma que los fueron el estalinismo y los nacialsocialismos y fascismos de los años treinta del siglo pasado. El problema de estas “patologías” no estriba solo en el ruído que generan –también como estrategia–, sino en los efectos y disfunciones que generan en nuestras estructuras políticas y económicas. Sobre todo, aunque no solo, debido a las descontextualizaciones con las que operan.

COMPARACIÓN CON LOS DICTADORES DE LOS AÑOS 20-30 DEL SIGLO XX

Asegura que mensajes como los transmitidos por Casado y Abascal recuerdan a los vertidos por esos dictadores de los años 20 y 30 del siglo XX:

Imaginémonos por un momento que los discursos y argumentaciones de líderes como Casado y Abascal en el debate parlamentario que tuvo lugar, por ejemplo, el 10 de noviembre en el Congreso español, permanecieran grabados durante varias décadas y pudieran ser escuchados y estudiados por analistas objetivos y rigurosos de un hipotético futuro.

Pensemos que esos estudiosos del futuro quisieran entender cuáles eran los diagnósticos sobre los males de nuestras sociedades y cuáles eran los remedios y soluciones que postulaban líderes como Casado y Abascal.

Nuestros imaginarios analistas desprejuiciados del futuro se toparían con graves problemas interpretativos, ya que lo que identificarían en su mayor parte serían descalificaciones, insultos y desmesuras analíticas y de estimación. Amén de algún lapsus freudiano que posiblemente no sabrían interpretar muy bien.

No duda en calificar, de manera taimada, esos discursos de PP y de VOX de ser herederos del fascismo:

Por eso, si trasladáramos las desmesuras habituales de líderes como Casado y Abascal y tantos otros seguidores de los Trump, los Bolsonaro y los Banon…, a otros tiempos y otros contextos anteriores, sus pronunciamientos y proclamas –que no argumentos– parecerían por igual tan desmesurados como impropios de personas formadas, inteligentes y constructivas.

Pero, ¡ojo!, eso depende de hasta dónde demos hacia atrás a la moviola del tiempo. De forma que si llegamos hasta los años veinte y treinta del siglo XX, la verdad es que podríamos encontrarnos con las mismas o muy similares prácticas de desmesura y de utilización de los recursos al odio, la infamia y la agresividad. Algo que acabó conduciendo a donde todos sabemos que condujo.

ATAQUE A LA PRENSA

Y de paso también pasa factura a una parte de la prensa que no se amolda a los criterios de Tezanos:

Por eso, es importante que en momentos tan complejos y difíciles como los actuales seamos conscientes
de hacia dónde pueden conducir tantas desmesuras políticas y, sobre todo, que entendamos que supone la normalización que de ellas se está haciendo, tomándolas como parte de las rutinas políticas cotidianas.

Rutinas a las que ciertos profesionales de la información política –también desmesurados– añaden, para intentar –dicen– ganar audiencias, altas dosis de sal y todo tipo de picantes y “exageradores” artificiales, cocinando “condumios” tóxicos y erosivos realmente indigeribles.

Porque la desmesura –no se olvide– nunca podrá ser una estrategia seria. Todo lo más podrá
ser algo parecido a ese “vivire pericolosamente” dannunziano que tomaron por enseña los fascistas italianos, primero, y luego todos los que alentaron y provocaron crisis como la de la República de Weimar y la Segunda Guerra Mundial.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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