EL PARTIDO SE ENFRENTA A LAS CITAS DE CASTILLA Y LEÓN Y ANDALUCÍA CON EL RIESGO DE QUEDARSE COMO UNA FUERZA IRRELEVANTE

El nuevo año, crucial para Arrimadas: ¿cortará la sangría en Ciudadanos o lo peor está por llegar?

Francisco Igea y Juan Marín comparten el temor a no conservar siquiera el acta que ahora mismo atesoran en ambas circunscripciones

El nuevo año, crucial para Arrimadas: ¿cortará la sangría en Ciudadanos o lo peor está por llegar?
Francisco Igea, Inés Arrimadas y Juan Marín.

¿Año nuevo, vida nueva?

En el caso de Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos, la situación no pinta precisamente bien.

Si 2021 fue un ‘annus horribilis’, lo que se adivina en lontananza no da lugar a albergar muchas esperanzas para la líder del partido naranja.

Desde luego, desde que este jerezana se hiciera en 2020 con las riendas de la formación cuya sede nacional está en la madrileña calle de Alcalá, frente a la Plaza de Toros de Las Ventas, ha tenido que torear, nunca mejor dicho’ varios ‘morlacos’.

Y el cartel que se anuncia para 2022, insistimos, no es nada halagüeño.

Por lo pronto el partido anaranjado tendrá que enfrentarse a un nuevo proceso electoral en Castilla y León el 13 de febrero de 2022.

Y a nadie se le escapa que desde el exitazo que Albert Rivera tuvo en los comicios del 28 de abril de 2019, el partido ha ido cayendo en picado.

Por lo pronto, las encuestas que han salido de cara a esos comicios para conformar el hemiciclo de la Junta castellano-leonesa no se presentan nada propicipias para Ciudadanos, con Francisco Igea a la cabeza.

De los 12 procuradores sacados en 2019, la perspectiva más optimista le da 2 representantes.

Pero la gran mayoría de sondeos dejan a Ciudadanos con un único escaño e incluso ya hay expertos demoscópicos que vaticinan que puede quedarse como fuerza extraparlamentaria.

EL ESCENARIO ANDALUZ Y EL MIEDO A UNAS ELECCIONES GENERALES

No pinta mejor la cosa en Andalucía.

La convocatoria de los comicios, que se presume será en junio de 2022, tampoco da alas a la remontada de la tropa de Inés Arrimadas.

La candidatura de Juan Marín, a fecha de 1 de enero de 2022, no obtendría más de 2-3 parlamentarios cuando en diciembre de 2018 obtuvo 21 y llegó a acariciar la posibilidad de haber sido quien presidiese la Junta de Andalucía y dejar como vicepresidente a Juanma Moreno (PP).

VOX, con 15-17 parlamentarios sería el socio preferente de un PP que podría dispararse a los 44-46 diputados, si bien hay otros sondeos que ponen a los populares con una cifra redonda, los 50.

Y como no hay dos sin tres, solo le faltaba a Arrimadas tener que enfrentarse a la convocatoria de unos comicios generales para el otoño de 2022.

Las muestras demoscópicas no dejan lugar a la duda y solo le dan 1-2 escaños en el mejor de los casos.

LAS URNAS SE LE ATRAGANTAN A INÉS

Pero es que con Inés Arrimadas como presidenta, cada noche electoral ha sido un drama para Ciudadanos.

El palo más significativo se produjo el 14 de febrero de 2021 con los comicios en Cataluña.

La formación liberal, que había ganado en la cita del 21 de diciembre de 2017, vio como el electorado se ‘desenamoró’ y de los 36 escaños atesorados acabó quedándose solo con seis.

Pero lo peor estaba por llegar.

La jugarreta de Ciudadanos en Murcia para darle la puñalada al PP con una doble moción de censura y repartirse con el PSOE el poder capitalino y autonómico terminó como el rosario de la aurora.

Esa estrategia provocó un efecto en cadena. El primero, la decisión de Isabel Díaz Ayuso de disolver la Asamblea de Madrid y convocar elecciones para el 4 de mayo de 2021 ante la sospecha de que su socio naranja podía calcar lo de Murcia.

A renglón seguido, el PSOE aprovechó que el Pisuerga pasaba por Valladolid para presentar una moción de censura en Castilla y León.

Y el esperpento final para Arrimadas fue que uno de los parlamentarios más brillantes de Ciudadanos, Toni Cantó, reclamara una reunión urgente para que se dieran explicaciones sobre lo de Murcia.

SIN MURCIA y A CERO EN MADRID

El resultado final ya es conocido por todos.

Ciudadanos se quedó como ‘La Chata’. En Murcia capital le dio la alcaldía al PSOE, pero a nivel regional hubo diputados naranjas que se negaron a apoyar la moción de censura y, por tanto, dejaron al partido sin la poltrona y en manos del PP.

Toni Cantó abandonó las filas de la formación de Arrimadas y enrolarse en la lista de Isabel Díaz Ayuso, aunque luego tuvo que salir de la misma al no cumplir los plazos legales establecidos en la ley electoral para poder concurrir como diputado por Madrid.

Otros diputados de Ciudadanos acabaron también por tomar las de Villadiego e incluso una afín a Arrimadas como Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura, también dio la espantada y la propia Ayuso recompensó su lealtad gubernamental otorgándole de nuevo ese puesto.

Y en la lucha por presidir el Ejecutivo de la Puerta del Sol, Ciudadanos se enfrentó a las urnas con un nuevo candidado, Edmundo Bal, que fue incapaz de sacar un solo diputado. De los 26 que tuvo en mayo de 2019, a un rosco de Reyes extragrande.

Es decir, el primer semestre acababa para Arrimadas con casi 60 diputados autonómicos menos y encima en dos comunidades de peso como Madrid y Cataluña, con el agravante de quedarse sin representación en la primera.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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