A todas luces la guerra interna en el Partido Popular ‘está bajando la curva’, con ese lenguaje vírico que ahora llevamos todos en la sangre.
A pesar del gusto de Ferreras y compañía por el desgaste propio por asuntos de liderazgo y egos en el PP, poco a poco se va bajando la persiana a los malos rollos y cerrando filas en torno a un proyecto común.
Génova en general y Teodoro García Egea en particular parecen haber tendido la mano a Isabel Díaz Ayuso, con el guiño que seguramente esperaba la presidenta madrileña, apartando a José Luis Martínez-Almeida de la posible pugna por la jefatura en el PP de Madrid. La presidenta regional tiene ahora vía libre para el próximo congreso autonómico.
Y es que en el PP, que miraban con preocupación una leve caída en las encuestas electorales principalmente por esa pelea interna, no quieren que haya vencedores ni vencidos y ahora es momento de centrarse en dos puntos clave: la carrera por La Moncloa a largo plazo, y las elecciones en Castilla y León, a muy corto.
En el partido están convencidos de que las urnas regionales del próximo mes de febrero marcarán un hito que desencadenará una nueva época de dominio popular en toda España. Mañueco, según las encuestas, tiene atada la presidencia y está apenas a un pasito de poder gobernar en solitario, algo que sería determinante para el PP a nivel nacional.
Escenificación de la unidad y fin de la batalla
Y es que cuenta el diario ABC cómo Teodoro García Egea e Isabel Díaz Ayuso llegaron juntos y sonrientes al desayuno informativo que protagonizó la presidenta de la Comunidad de Madrid en un céntrico hotel de la capital este 10 de enero.
«Podría ser un simple gesto, pero en realidad fue la imagen que mejor reflejó esa tregua que el líder del PP ha impuesto en su partido, después de meses de desencuentros y peleas internas por el congreso de Madrid, para centrar el foco en las elecciones de Castilla y León del 13 de febrero y frenar así un desgaste que ya se ve con claridad en algunas encuestas».
Finiquitada la batalla interna, al menos de puertas para fuera, se cierra un asunto que estaba perjudicando enormemente al partido y que nadie, en el fondo, veía con sentido, una vez que todas las fichas están colocadas en su pertinente carril.
Casado permite así que suba el valor de Ayuso como referente nacional, ya que lo que hace es a su vez tirar hacia arriba de la propia marca PP. La presidenta de Madrid estará apoyando en la campaña de Castilla y León y también después en la de Andalucía. Es una auténtica perla para el partido y así deben valorarlo desde la sede central.
Ante las elecciones del 13-F, Ayuso aumenta directamente el valor de las siglas del partido.
