Pablo Casado ha perdido el control del PP y levanta bandera blanca.
Alguno de los altos dirigentes populares que han estado en estrecho contacto con él en las últimas horas, confiesan haberle encontrado ‘abatido’ y »desbordado’.
Después de estar desaparecido el jueves, y de comparecer el viernes a primera hora en Cope para dar su versión y acusar literalmente de ‘corrupción’ a Isabel Díaz Ayuso, cito a la presidenta de la Comunidad de Madrid en su despacho de la calle Génova 13, justo después de la hora de la comida.
Su intención, asustado ante el desastre puesto en marcha por su falta de control y las intrigas de su secretario general, Teodoro García Egea, propuso a Ayuso que ambos cedieran, dieran al unísono un paso atrás y se visualizara una cierta reconciliación.
Demasiado tarde, porque la presidenta madrileña exige que, como paso previo, Casado ‘decapite’ a Garcia Egea, su mentor, asesor, secretario general, amigo y hombre de máxima confianza.
Casado aseguró en la reunión con Ayuso que nunca ha ordenado ninguna investigación sobre actividades profesionales del entorno de la presidenta madrileña
La dirección nacional informó de la reunión en una escueta nota:
«El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, convocó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a una reunión que se celebró ayer por la tarde en la sede nacional. El Partido Popular lamenta los acontecimientos de los últimos días y seguirá defendiendo junto a todos los militantes el mejor proyecto de futuro para España».
La reunión se produjo después de que el principal barón del partido, Alberto Núñez Feijóo, les reclamara una solución rápida para no tener que llegar a un congreso extraordinario.
Y, sobre todo, después de que el equipo de Ayuso presentase datos sobre los cobros de su hermano por intermediar en la compra de mascarillas para la Comunidad de Madrid.
Si Génova aseguraba que había cobrado 286.000 euros, el equipo de la baronesa madrileña lo redujo a 55.850 euros y afirmó que no fue una comisión, sino el pago por una prestación de servicios.
Durante la tarde de este 18 de febrero de 2022, la dirección nacional del PP guardó silencio ante estas revelaciones. Ahora se sabe que fue porque prefirió concertar una reunión privada con la presidenta madrileña.
El encuentro entre Ayuso y Casado se produjo en el mismo momento en el que los barones se estaban movilizando para intentar una solución rápida de la crisis.
La mayoría de ellos pidió la cabeza del secretario general, como «condición mínima» para no tener que llegar al congreso extraordinario.
