Es lo que se llama un zasca en toda regla.
La imputada Ada Colau, que este 4 de marzo de 2022 le ha tocado vivir una amarga jornada al tener que rendir visita a los juzgados, vio como el chorreo seguía posteriormente en las redes sociales.
Y todo por el empecinamiento de la alcaldesa de Barcelona de amarrarse a la poltrona como si no hubiera un mañana.
De qué se acusa a la alcaldesa?
La Asociación para la Transparencia y la Calidad Democrática (ATCD), que presentó la querella en diciembre de 2021, considera que el Ayuntamiento barcelonés habría otorgado ayudas de forma arbitraria y sin una tramitación formal con el único objeto de financiar los salarios y actividades de «organizaciones afines» -como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), el Observatori DESC o la Alianza Contra la Pobreza Energética- mediante subvenciones directas, convenios o contratos menores.
La querella cifra en 80 millones de euros la cantidad económica destinada a estas entidades en 2019 y 2020.
El proceso judicial a la alcaldesa se abrió por delitos de prevaricación, fraude en la contratación, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias y negociaciones prohibidas a funcionario público.
LO QUE FALTABA
Porque si la integrante de En Comú Podem, la marca blanca de Unidas Podemos en Cataluña, hubiese hecho caso a las propias normas aprobadas en el partido, a buen seguro que se habría evitado pasar un mal trago.
Pero políticos de la talla de Colau consideran que una cosa es dejar por escrito unas pautas de comportamiento y otra bien distinta es cumplir fielmente con las mismas.
Por eso, ya que la alcaldesa populista y comunista tiene un peculiar sentido de la responsabilidad y de la ejemplaridad pública, Cayetana Álvarez de Toledo noquea a la primera edil de la Ciudad Condal y además sin tener que despeinarse.
La parlamentaria del Partido Popular en el Congreso de los Diputados derriba de un derechazo brutal a Ada Colau mostrándole el propio código ético de los comunes, un compendio de puntos que, vistos en un abrir y cerrar de ojos dejan bien a las claras que la alcaldesa barcelonesa está tardando en salir a escape por la puerta principal del Ayuntamiento.
El código hipócrita del populismo. https://t.co/fYGD3a3WVx pic.twitter.com/YgLqlK4QEu
— Cayetana Alvarez de Toledo (@cayetanaAT) March 4, 2022
Lo cierto es que el apartado en cuestión deja bien a las claras que Ada Colau debería de haber dejado su poltrona como alcaldesa de Barcelona al darse todos los supuestos para ello:
Compromiso de renuncia o cese de forma inmediata de todos los cargos, ante la imputación por la judicatura de delitos relacionados con corrupción, prevaricación con ánimo de lucro, tráfico de influencias, enriquecimiento injusto con recursos públicos o privados, cohecho, malversación y apropiación de fondos públicos, bien sea por interés propio o para favorecer a terceras personas. Así como también en casos de acusación judicial por delitos de racismo, xenofobia, violencia de género, homofobia u otros delitos contra los DD. HH. o los derechos de las personas trabajadoras.
EL DÍA EN QUE LA HOY ALCALDESA ENGAÑÓ A JORDI ÉVOLE
Se la coló bien colada a Jordi Évole, pero no crean que el periodista ha dicho ni media.
Durante una entrevista en ‘Salvados’ emitida en 2014, la alcaldesa de Barcelona engañó al periodista de laSexta al defender que si un político era imputado, este debía poner su cargo a disposición de la ciudadanía en una especie de «referéndum revocatorio».
En el programa, donde conversaba con Juan Carlos Rodríguez Ibarra, expresidente de Extremadura, Colau afirmó rotundamente: “Si me imputasen por corrupción, mi dimisión la sometería a referéndum”.
Sin embargo, todo se trataba de una gran mentira que difundió utilizando a Évole y a laSexta.