Fue febrero un mes durísimo para el Partido Popular. Tanto, que acaparó los telediarios en la sangrante riña de algunos de sus jefes y terminó con el presidente decapitado. Obviamente, la intención de voto se resintió y de qué manera.
La historia ya es consabida y los populares ahora miran hacia adelante. Con el ‘liderazgo’ de Alberto Núñez Feijóo en ciernes -ni siquiera de facto hasta el 2 de abril-, los populares parecen haber cerrado la hemorragia de votos: si hubiera hoy unas elecciones generales, el daño sería algo menor que en quince días atrás.
Es lo que arroja la encuesta del diario El Mundo de este 14 de marzo de 2022, facilitada por Sigma Dos:
«Detecta que los populares han recuperado apoyos en apenas dos semanas, subiendo 1,3 puntos entre el anterior sondeo, realizado el 18 de febrero, en el punto álgido de la crisis interna, y el actual, finalizado el 7 de marzo».
23,9% del voto
Durante todo el final de 2021 resonaron las campanas de guerra interna en el PP y la pérdida de votos en estas estimaciones fue más o menos una tendencia constante: a la gente no le gustaba el enfrentamiento entre Ayuso y Casado y así lo hacían saber, pero ni eso pudo frenar la lucha de egos y por el poder.
Ahora, mirando al futuro, el PP se sitúa en un 23,9% de los posibles votos alcanzando la barrera de los 100 escaños. No es suficiente para ganar las elecciones, pero recorta distancias con el PSOE y las aumenta con la tercera fuerza de VOX.
«Con los resultados del sondeo, un pacto similar sería, de hecho, la única posibilidad que tendrían ahora mismo los populares de llegar a La Moncloa. Con sólo 100 escaños, precisa sumar los de Vox para alcanzar los 170, un número que no supone la mayoría, pero que se acerca lo suficiente como para poder aspirar a formar un Gobierno.
La relación con VOX, clave
No hace falta ser un genio para entender que la forma en la que el nuevo PP de Feijóo se relacione con el partido de Santiago Abascal será determinante en el futuro de la formación.
Los de VOX son y seguirán siendo tercera fuerza en el Congreso y el aliado clave y necesario si desde la derecha hay alternativa a Pedro Sánchez. Si Feijóo piensa hoy en día en la posibilidad de aglutinar once millones de votos al estilo Mariano Rajoy, está bastante equivocado. Así se lo explicó en su día Federico Jiménez Losantos.
Por eso, sea como sea, Feijóo debe mantener una relación cordial con el partido vecino, ya que, llegado el caso, se necesitarían para gobernar. Algo que parecía imposible con Pablo Casado después de que dinamitara las relaciones en la moción de censura al Gobierno de finales de 2020.
El PSOE no aprovecha el tirón
Lo mejor para la derecha es que la crisis del PP no parece haber conseguido un gran avance para los socialistas.
«El PSOE consigue mantenerse en marzo como el partido con más estimación de voto, pero con unos datos muy discretos. Los socialistas apenas han rentabilizado la crisis del PP y permanecen estancados en el entorno del 26% de los votos y los 100 escaños (104, en esta ocasión). Es una diferencia de 2,1 puntos respecto a los populares, a los que se presupone un mayor margen de mejora en los próximos meses una vez que se consolide el nuevo liderazgo de Feijóo».
El PSOE y Unidas Podemos suman 129 escaños, 26 menos que ahora y muy lejos de la mayoría, quizás sea este el razonamiento definitivo por el que Pedro Sánchez no ha aprovechado la coyuntura mortal del PP para convocar unas elecciones adelantadas. El presidente actual sabe que lo tiene muy crudo, pero es un superviviente peligroso y todo puede pasar de aquí a los comicios generales.
