«Hay una campaña de odio contra la Policía promovida por las instituciones». Así de claro y contundente se ha mostrado este 17 de marzo de 2018 Alberto Cid, portavoz del Sindicato Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), en declaraciones a Fernando de Haro en ‘La Mañana de Fin de Semana’ (COPE).
El agente no se ha cortado un pelo a la hora de denunciar los bulos que han corrido por las redes sociales para incriminar a la Policía en la muerte del mantero en el barrio de Lavapiés:
Hubo muchos tuits e información corriendo por las redes. Parece que hay una campaña de odio hacia la Policía.
Lamento muchísimo la muerte de un ciudadano en #Lavapiés. Desde el Ayuntamiento investigaremos a fondo lo sucedido y actuaremos en consecuencia. Toda mi solidaridad con familiares y amigos.
— Manuela Carmena (@ManuelaCarmena) 15 de marzo de 2018
Y no dudó en citar a una de las concejalas fuertes de Manuela Carmena, la simpar Rommy Arce, la peruana que ha intentado implantar en Usera la ‘averiada democracia’ que suele usarse en su país cuando no te dan la razón, que es quitar directamente la palabra a la oposición o convertir los plenos del distrito en un verdadero gallinero.
Lucrecia Pérez, Samba Martine… hoy Mmame Mbage. Los «nadie» víctimas de la xenofobia institucional y de un sistema capitalista que levanta fronteras interiores y exteriores. El pecado de Mmame ser negro, pobre y sin papeles. Hermano, siempre estarás en nuestro recuerdo https://t.co/2u41ET5QRH
— Rommy Arce (@rommyarce) 15 de marzo de 2018
Cid recuerda que los agentes, que socorrieron al senegales muerto en Lavapiés el 15 de marzo de 2018 al sufrir un paro cardiaco, estaban haciendo su trabajo «tratando de salvar la vida de un hombre» y, debido a los mensaje digitales, «la gente acaba creyéndose que que le ha matado por una cosa u otra».
Desde el Sindicato Mayoritario de Policía de Madrid destacan especialmente la implicación de cargos públicos que fomentan complicar el trabajo de las fuerzas de seguridad.
A la hora de trabajar ves que cada vez es más complicado y si encima cargos públicos animan a que se te echen encima o se te resistan. Lo más triste es que no te defienden ni tus propias instituciones.
LAS CONTRADICCIONES
El problema es que además, desde el primer momento, se supo que al inmigrante le había dado un infarto. Estos tuits demuestran como, a pesar de todo, a podemitas y terminadles mediáticos afines optaron por ahondar en la mentira:
Un senegalés va andando por la calle y le da un infarto (no le perseguía nadie). Dos municipales y un equipo del Samur tratan de reanimarlo durante casi dos horas.
Pues resulta que la culpa es de la Policía, que no respeta los derechos humanos. pic.twitter.com/BeRPcJc7Hm— Mi otro yo ?? (@Miotroyo2parte) 16 de marzo de 2018
A ver si me aclaro, entonces si asesinan a un niño de 8 años tenemos que mantener la calma, pero si muere un senegalés de un infarto hay que destrozar Madrid. Entendido.
— Mi otro yo ?? (@Miotroyo2parte) 16 de marzo de 2018
La @policiademadrid, varios testigos y hasta el Ayuntamiento podemita de @ManuelaCarmena han reconocido que no hubo ninguna persecución al senegalés fallecido. Pero los sectarios de @laSextaTV siguen a lo suyo. pic.twitter.com/aKqNyMU5r6
— Mi otro yo ?? (@Miotroyo2parte) 16 de marzo de 2018
Un hombre mayor que presenció la muerte del senegalés intenta explicar lo que ocurrió, pero parece que la verdad no le interesa a algunos, lo único que buscan es sembrar el caos. pic.twitter.com/gsiKdIhf2p
— Mi otro yo ?? (@Miotroyo2parte) 16 de marzo de 2018
Cid ha reiterado que el incidente con los manteros en la Puerta del Sol – en el que se produjeron dos heridos – y la muerte del senegalés Mmame Mbage no tiene relación.
El portavoz del sindicato policial ha reiterado que gran parte de los destrozos y robos causados en los altercados posteriores al fallecimiento del senegalés fueron originados por los antisistemas, prueba de ello es que los 6 detenidos son españoles.
Lo de destrozar, robar y eso, lo más grave, han sido españoles. Los senegaleses hacen su presión para que les permitan seguir haciendo una ilegalidad.