CRIMEN SIN CASTIGO

Asesina a sus hijas de 3 y 6 años y luego se suicida, para hacer daño a su mujer

La madre de las niñas pidió una orden de alejamiento y su caso fue catalogado de «riesgo bajo»

Asesina a sus hijas de 3 y 6 años y luego se suicida, para hacer daño a su mujer
Ricardo Carrascosa, el parricida de Castellón. EP

Encoge el alma tanta crueldad, tamaña maldad y semejante vesanía. Un hombre de 48 años ha matado a sus hijas en Castellón y posteriormente se ha quitado la vida.

No tenía antecedentes penales ni le constaban episodios previos de violencia doméstica. Una diligencia policial de valoración de riesgo a la que se sometió su exmujer arrojó un resultado «bajo».

Sin embargo, había tenido dos causas abiertas en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer por malos tratos y amenazas, que acabaron archivadas, de acuerdo con fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).

Poco antes de las seis de la mañana de este 25 de septiembre de 2018, Ricardo Carrascosa se lanzó al vacío desde un sexto piso, donde yacían los cuerpos sin vida de sus dos hijas.

La Policía Nacional confirma que las mató a cuchilladas para provocar dolor a la madre. Era el trágico epílogo al tormento de Itziar, la madre de las niñas, que hace un año inició los trámites de la separación.

Los vecinos de Ricardo señalan que los problemas derivados de la custodia de las niñas y sus estrecheces económicas -había perdido su empleo en el sector del azulejo en verano- le habían sumido en un estado de «depresión». Otros explicaban que amenazó de muerte a su mujer.

De hecho, Ricardo Carrascosa había tenido este mismo año dos causas abiertas en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Castellón por malos tratos y amenazas a su expareja, que se sobreseyeron en enero y febrero a petición del fiscal y de la propia víctima, según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Una de las causas se había abierto a raíz de una denuncia por amenazas interpuesta por la mujer y madre de las menores asesinadas y otra tras recibir un parte médico, sin que mediara denuncia de la víctima. Ambos procedimientos se archivaron a petición del fiscal y de la propia Itziar, que trabaja de psicóloga en un centro educativo de Castellón.

El pasado mes de enero se incoó la primera causa después de que el juzgado recibiera el aviso de un médico. En su comparecencia ante el juez, la mujer y madre de las menores se acogió a su derecho a no declarar. Según el TSJCV, sin parte de lesiones y sin el testimonio de la víctima, el fiscal solicitó el sobreseimiento de la causa y el juzgado la acordó.

El 24 de febrero de este mismo año la mujer dio el paso de denunciar por amenazas en el Juzgado de Guardia a su expareja y padre de las menores. Lo hizo apenas dos semanas más tarde de que el Juzgado de Familia fijara medidas provisionales para regular el régimen de visitas y el uso de la vivienda en base al convenio regulador que ambos habían alcanzado de mutuo acuerdo.

Este martes, las niñas dormían con el progenitor mientras su madre lo hacía en otro domicilio cercano al de la calle Río Adra en el que se perpetró el crimen.

Según el TSJCV, hace justo siete meses, tras una discusión con su expareja cuando procedían a intercambiarse a las niñas, la mujer interpuso la denuncia, solicitó una orden de alejamiento y mostró su disconformidad con las medidas provisionales que habían sido fijadas tras el acuerdo entre los progenitores.

La Fiscalía pidió entonces una orden de alejamiento del padre de Castellón tanto de la madre como de las niñas a 250 metros, de acuerdo con fuentes del ministerio público. El Juzgado de Guardia denegó la orden.

Al día siguiente, según fuentes del TSJCV, la decisión fue revisada por el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer de Castellón. Tras esta nueva comparecencia se volvió a denegar la orden de alejamiento.

La denunciante recurrió esa decisión judicial, pero mientras se tramitaba su recurso, «desistió de seguir adelante» y el auto denegatorio de la orden de alejamiento «cobró firmeza», ha explicado el TSJCV.

El procedimiento por las supuestas amenazas siguió tramitándose. Tras la práctica de las diligencias solicitadas por las partes, el fiscal pidió el sobreseimiento. La víctima, personada como acusación particular, también pidió el archivo. Al no existir ninguna parte que ejerciera la acusación, el Juzgado cerró el caso.

El fallecimiento del autor del doble crimen extingue la responsabilidad penal por la muerte de sus dos hijas.

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