Sucesos

Un secuaz de los alunicemos el Niño Sáez y del Troll, en coma tras intentar matar a varios policías

Echam Chentouf se empotró cuando huía de los agentes al ser pillado robando en una nave de Marconi

Lo que mal empiza, mal acaba. Cuando vives tantos años al margen de la ley, puedes acabar de dos maneras: en la cárcel o en el cementerio. Y eso es lo que le puede ocurrir a un alunicero y butronero que intentó atropellar a varios policías para conseguir escapar y acabó empotrándose contra un muro y una nave industrial en Marconi (distrito de Villaverde). El delincuente, con un amplísimo historial delictivo, se encuentra en coma en el Hospital Doce de Octubre, debatiéndose entre la vida y la muerte. Es uno de los «históricos» que trabajaba, presuntamente, con gente como el Niño Sáez y el Troll, según recoge Carlos Hidalgo en ABC.

Todo sucedió la noche del 29 de octubre, lunes, entre las diez y las once de la noche. La banda estaba conformada por, al menos, tres personas. El clan conducía un Mercedes negro C220, robado dos semanas antes en Arganda del Rey. Al volante iba Echam Chentouf, de 33 años, español aunque de origen marroquí. Los delincuentes destrozaron una puerta y practicaron dos butrones en una nave industrial propiedad de un chino en la que se almacenan teléfonos de la marca Xiaomi, explicaron a ABC fuentes de la investigación.

Hay que decir que cuando se encontraban en plena faena, saltaron las alarmas del recinto, pese a que llevaban inhibidores de frecuencia. Hasta el lugar se trasladaron primero dos patrullas de la Policía Nacional. Los dos malhechores que estaban dentro de la nave intentaron huir. Entonces, varios agentes se bajaron de sus coches y corrieron hacia ellos.

Chentouf, supuestamente, aprovechó para pisar el acelerador y llevárselos por delante. No una, sino varias veces. Su intención era que sus dos compinches, que llevaban parte del botín encima, consiguieran escapar a la carrera. Los policías, al ver correr peligro su vida, tuvieron que disparar dos veces al aire y una tercera a la rueda del vehículo, de gran cilindrada.

Entonces, el alunicero emprendió entonces la escapada, pero fue seguido por un patrulla de la Policía Municipal, por una parte del polígono Marconi. Iba a toda velocidad. Hasta que perdió el control del vehículo, se empotró contra un murete y rebotó hasta darse con la puerta de otra nave.

A pesar de la virulencia de los impactos, consiguió reunir fuerzas para salir el coche, aunque finalmente cayó desplomado, debido a su propia temeridad al volante y sus ansias delictivas. Los servicios de emergencias le trasladaron al Hospital Doce de Octubre, donde entró en coma. Al cierre de esta edición, seguía allí ingresado, bajo custodia policial, en estado muy grave, precisaron a este periódico fuentes de la investigación. En cuanto a sus secuaces, consiguieron poner pies en polvorosa. Huyeron con cerca de treinta teléfonos móviles y cámaras. La Policía Nacional anda detrás de su pista.

Por su parte, Echam Chentouf cuenta con una treintena de antecedentes policiales, la mayoría, por delitos patrimoniales como el que a punto ha estado de costarle la vida. También tenía pendiente una orden de detención e ingreso en prisión por conducción temeraria por parte de un juzgado de lo Penal de Madrid. Si logra salir con vida de esta, pasará los próximos meses o años entre rejas.

Por degracia esta no es la primera vez que actúa así. El 23 de marzo de 2006, cuando supuestamente colaboraba con el Niño Sáez (asesinado en mayo de 2017), fue detenido por atentado contra agente de la autoridad. Arrollaron con un todoterreno a dos guardias civiles, cuyo coche patrulla partieron en dos, en un polígono al este de la región.

Finalmente, también fue arrestado en el marco de la investigación por el mayor robo que se conoce en Madrid de los últimos años:el del almacén de relojería de lujo Diarsa, en Ciudad Lineal, en 2012. Acompañado de la banda de Ismael Arriero Valcárcel, «El Troll», se apoderó de un botín de 23 millones de euros en mercancía.

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