El sujeto no solo estaba chalado y era un obseso de narices.
Manuel Murillo Sánchez, ‘experto tirador’ de 63 años, soltó en un chat que planeaba atentar contra el presidente socialista Pedro Sánchez, como venganza por la orden de exhumación de los restos de Franco.
El tipo fue detenido el 19 de septiembre de 2018 en su domicilio de Terrassa (Barcelona), donde tenía un arsenal de 16 armas de fuego, incluidos rifles de alta precisión y un subfusil de asalto, según ha informado el digital Público.es.
Lo que no aclara nadie es por qué se filtra ahora eso y que tiene que ver el equipo propagandísticode La Moncloa en el asunto.
Este vigilante de seguridad privada -con licencia de armas por su profesión y su afición deportiva- empezó a buscar cómplices para acabar con ese «rojo de mierda» -como escribió en un grupo reducido de WhatsApp- con el que compartía uno de los apellidos.
Nunca había participado en actos violentos, aunque frecuentara ambientes ultraderechistas, por lo que no tenía antecedentes policiales de ningún tipo, así que era muy difícil que las fuerzas de seguridad se fijaran en él.
El propio detenido aseguraba en ese grupo privado de Whatsapp que:
Estoy dispuesto a sacrificarme por España
Y no se esperaban los Mossos lo que hallaron en su domicilio: 16 armas de fuego cortas y largas, incluido un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador checoslovaco Skorpion vz. 61, y cuatro rifles de altísima precisión, capaces de acertar un blanco a 1.000 o hasta 1.500 metros de distancia. En su coche llevaba dos pistolas, una de ellas modificada e ilegal.