Bernardo Montoya se las sabe todas y no quiere pasarse toda la vida entre rejas, pese a que se lo pidió a la juez para darle pena

El sucio truco que prepara el asesino de Laura Luelmo para burlar la prisión permanente revisable

El sucio truco que prepara el asesino de Laura Luelmo para burlar la prisión permanente revisable
"Hermano asesino: te escribo tratando de dominar la cólera y la pena" EFE

Es un ‘taleguero’ con todas las letras, y se sabe todos los trucos habidos y por haber, no solo para dar el pego en la cárcel, sino ante los jueces que sin embargo nunca han tragado con sus argucias y le han mandado sin contemplaciones a la cárcel por sus atroces fechorías. (La patada en las costillas que le propinó una valiente Laura Luelmo al «cabreado» Bernardo Montoya).

Bernardo Montoya, está pasando ahora uno de sus peores tragos y no para de darle vueltas a la cabeza pensando cómo puede paliar, si cabe, su angustiosa situación. Y es que, aislado en una especie de jaula de cristal en la enfermería de la prisión sevillana de Morón, se enfrenta ahora a la que puede ser sus peores penas acusado de violación, detención ilegal y asesinato de la infortundada profesora zamorana Laura Luelmo. (La repugnante chulería del asesino Bernardo Montoya en su solitaria ‘jaula de cristal’).

En su declaración ante la juez de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Valverde del Camino hace unos días, ya empezó a preparar el terreno para no acabar toda la vida entre rejas.

Contó que era adicto a las drogas, en conconcreto a la heroína y a la cocaína, circunstancia que ha rubricado uno de sus ocho hermanos, a quien visitó cuando salió de prisión el pasado mes de octubre, tras haber asesinado a machetazos a una anciana de 81 años en Cortegana (Huelva) en 1995 después de que esta le denunciara por robarle, y se instaló en la localidad onubense de El Campillo escenario del último suceso:

«Ha tenido mala vida por culpa de las drogas, cometió errores, pero estaba recuperándose. Me dijo: ‘nunca volvería a hacer lo que hice'».

Fuentes jurídicas han auntado, según recoge ‘ABC’, a que Montoya busca una rebaja de su eventual condena, una atenuante o incluso una eximente debido a ese consumo, dado que la acusación ya ha indicado que solicitará la prisión permanente revisable cuando llegue el momento.

Montoya ha asistido a cursos de orientación para la inserción sociolaboral, pese a que no se le conoce trabajo, cursos de carpintería, de solador alicatador y de convivencia en módulos de respeto. Además, ha tenido destinos remunerados trabajando en áreas de mantenimiento de la cárcel como jardinero, cerrajero o limpieza de zonas comunes.

Su expediente muestra a un preso adaptado a la vida penitenciaria. Cuando la pasada semana declaró ante la juez instructora, además de rogar perdón a la familia de Laura Luelmo, otro gesto que se interpreta en ese contexto de delincuente profesional, acabó pidiéndole a la magistrada que

«lo metiera en prisión porque si no lo iba a volver a hacer».

José María Rodríguez es redactor en Periodista Digital. @JMRMontero

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