El misterio del envenenamiento múltiple con metadona registrado en noviembre de 2018 en el Centro Penitenciario de Huelva ha sido resuelto (La historia secreta de Sasha, la matricida: de Rusia al independentismo).
La Policía Nacional detuvo hace tres semanas a una enfermera de la propia prisión como autora de la masiva intoxicación que aquel día afectó a seis miembros del equipo médico, entre ellos la propia sospechosa (Pillan al marroquí que degolló a un joven a la puerta de una discoteca en Marbella).
Las pesquisas -que revelaron la existencia de tres casos anteriores desde agosto que entonces pasaron inadvertidos- apuntan a que la arrestada actuó por supuestos celos profesionales hacia uno de sus compañeros (Carme Pelach trajo de Rusia a Sasha con tres meses sin saber que acabaría con su vida).
Tras declarar en comisaría, la enfermera, que está de baja laboral, fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción 2 de Huelva, que ordenó su puesta en libertad.
La ‘envenenadora’ tenía una amplia experiencia como enfermera penitenciaria y se había dado de baja en Navidad, un mes después de suceder el envenenamiento de los demás sanitarios.
A la mujer le imputan un delito de lesiones y otro contra la salud pública.