Los niñatos de los CDR la emprendieron a golpes contra el cristal de su negocio a media mañana, este jueves 21 de febrero de 2019: una tienda de telefonía en Rambla d’Egara, la calle principal de Terrassa («¿Qué república ni qué ‘collons’? La república no existe, idiota»: la respuesta de un mosso a un CDR).
Poco les importó el que la empleada estuviese embarazada de 4 meses, y empezaron a arrojar al suelo los catálogos que la hondureña Carolina Castillo tiene puestos en un revistero, instándola a que cerrase el local.
DIRECTO https://t.co/eP04a8mxWq «Aquí termina su derecho. Vosotros no me pagáis el alquiler y yo tengo que pagar si cierro». El rifirrafe entre los CDR y la empleada de una tienda que no quería hacer huelga. Vídeo de Cristóbal Castro pic.twitter.com/coZO3EBu5r
— EL PAÍS (@el_pais) 21 de febrero de 2019
Pero la aludida, de 35 años y que llegó a España hace nueve desde Tegucigalpa, no se dejó amedentrar por los iracundos encapuchados. Salió y les plantó cara en la puerta del local en plena huelga independentista por el juicio del Procés:
«Estoy embarazada. Aquí termina su derecho. Vosotros no me pagáis el alquiler. A mí Yoigo no me paga si yo cierro la tienda. Yo apoyo su causa, pero no así. Aquí pierden el derecho».
Carolina, embarazada de 4 meses, se ha convertido en la figura del día 21, la de la huelga independentista por el juicio del Procés. Esta mujer se enfrentó a un piquete de los CDR que pretendía obligarla a cerrar el comercio. Lejos de achantarse, Carolina salió a la puerta y le plantó cara a todos los encapuchados que la increpaban, amenazaban y insultaban.
Según recoge ‘El Español’, la valiente mujer que consiguió que se fueran por patas los defensores de la inexistente República Catalana, y cuyo padrastro es un catalán independentista, ha recordado que en Honduras precisamente empezó todo por un golpe de estado:
«A mí esos chavales que han venido hoy a amedrentarme me han recordado lo que viví en su momento en mi país. Fue exactamente el motivo por el que me vine a España; para estar tranquila. Y mira, no imaginaba tener problemas aquí también.
Son cuatro niñatos encapuchados que dicen que defienden una causa pero lo único que hacen es amenazar y presionar. Así no se lucha por nada».
José María Rodríguez es redactor en Periodista Digital. @JMRMontero