Los autores, tres menores, de 15 a 16 años e igual número de adultos, liberaron a la amiga de la víctima "por ser mora"
Un suceso espeluznante que ahora ve la luz y sobre el que se cierne la sombra cómplice de los medios que tanto cacarean a la hora de defender a las feministas, caso de La Sexta, que este miércoles 20 de marzo ni siquiera ha pasado de puntillas sobre el mismo, -léase por ejemplo en el programa ‘Más Vale Tarde’ presentado por Mamen Mendizábal, que en su día se quedó afónica clamando al cielo contra ‘la Manada’ de los sanfermines-. (La salvaje manada de 15 magrebíes con sarna que han atacado sexualmente a una joven en Cataluña).
El escenario de esta violación que no fue dada a conocer de forma oficial cuando aconteció, el 15 de marzo de 2018, y de la que la citada cadena se ha hecho eco más tarde y de refilón cuidándose mucho de informar que los autores son marroquíes, para no cabrear quizá más de la cuenta al personal, al igual que han hecho los pocos medios progres que se han dignado a informar, ha sido un edificio abandonado en Azuqueca de Henares (Guadalajara). (Los 16 marroquíes que han violado a una joven durante una noche entera).
La denominada ‘Manada de Azuqueca’ , conformada por tres menores, de 15 a 16 años, y tres adultos, -los primeros condenados a tres años de internamiento y los otros tres a la espera de juicio con solo uno de ellos en prisión preventiva-, se llevaron en volandas a una niña de 12 años y a una amiga de esta que se encontraban en un parque de la localidad, según revela ahora ‘El Mundo’.
(15 chavales marroquíes contraen la rabia tras practicar sexo con una burra).
A la primera la violaron anal y vaginalmente durante 45 minutos en uno de los baños del mentado edificio, una antigua residencia de ancianos. La segunda fue liberada sin ser agredida sexualmente ya que, según uno de los implicados «era mora». (¡Taharrush! El sucio juego sexual de los musulmanes salidos que amenaza a toda Europa).
La víctima, española, lo recuerda así:
«La sujetaron de manos y piernas y le taparon la boca, la desvistieron de cintura para abajo y comenzaron a violarla analmente uno a uno».
La joven chillaba, pero la Manada prolongó la violación, uno a uno, esta vez vaginalmente. Sus amigos, fuera, escuchaban los gritos de socorro e intentaron entrar. Pero siempre había uno de los agresores amenazándolos con un palo para disuadirles: «El que entra, no sale», decía. (El juez sólo manda a prisión a uno de los marroquíes de la ‘manada violadora’ de Sabadell).
Sale durante estas últimas horas a dar la cara confirmando el caso el subdelegado del Gobierno de Guadalajara, Ángel Canales, quien afirma que, si no ha trascendido hasta ahora, ha sido porque se ha seguido la línea habitual de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Guadalajara:
«En los delitos de índole sexual no se suelen hacer comunicados ni notas de prensa. En los delitos con menores tampoco. En este caso se unen las dos cosas, un delito de agresión sexual a una menor. Es lógico que proteger a la víctima sea prioritario».
José María Rodríguez es redactor en Periodista Digital. @JMRMontero
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