La plataforma digital de entretenimiento Netflix nos ha vuelto a sorprender este verano con uno de los realities más esperados de la temporada, «La Marquesa» donde podemos vivir junto a Tamara Falcó su día a día y un proyecto muy especial, la creación de un restaurante pop up en el Palacio del Rincón.
En este entretenido documental, Tamara nos muestra de forma más personal su arrolladora personalidad, sus intereses, su entorno más cercano y sus principales colaboraciones. De entre todos estos, destacamos el capítulo enfocado a la belleza de la serie, el nº3 «París y una historia de amor» donde la actual Marquesa de Griñón viaja a la ciudad de la luz para reunirse con la marca de cosméticos Sisley, de la que es embajadora.
Christine d´Ornano, Vicepresidenta de Sisley es la encargada de recibir a Tamara quien se muestra encantada de trabajar con la firma fitocosmética.
En la serie nos muestran varios aspectos de la marca: un edificio señorial, ubicado en el centro de Paris donde se mezcla obras de arte como un Manolo Valdés en la entrada de la oficina… Tamara tiene un doble cometido en su visita: Conocer y trabajar en el plan de comunicación sobre los nuevos lanzamientos de Sisley, en especial dos productos el nuevo tratamiento urbano antiedad para todos los días
All Day All Year, que ejerce de escudo urbano y protege la piel de todos los daños a los que está sometida a diario como la polución, la luz azul o el sol. Intercambia opiniones con Christine d´Ornano y prueba en primera persona el producto de la mejor forma posible: un maravilloso tratamiento facial en la Maison Sisley, junto a Juan Avellaneda (ya que el producto es unisex) con un resultado super relajante.
El segundo gran producto del que van a tratar es el nuevo rojo de labios Phyto Rouge donde se vuelca y vemos en posteriores secuencias que el resultado de esta reunión se materializa en un video donde vemos a Tamara en su versión más rockera, moderna y sugerente, quien acude en moto a ver a su «novio» ficticio que la espera en un céntrico restaurante de Madrid… Al final de la sesión, Tamara llama a su verdadero novio, quien se queda encantado con el look de Tamara.
El segundo cometido de su viaje es conocer a Isabelle d´Ornano. Tamara se dirige al apartamento que los Condes d´Ornano poseen en Paris para comer con las d´Ornano en ambiente selecto, refinado y elegante, con total naturalidad.
Poca gente sabe que fue la propia Isabelle d´Ornano la que quiso contratar a Tamara para que trabajara con la marca, y no es para menos; Tamara además de tener una piel maravillosa, cuidarla y ser un perfil muy Sisley, tiene cierta relación con los d´Ornano: Su padre el fallecido Marqués de Griñón y sus abuelos eran amigos de la infancia de Isabelle d´Ornano quien los conoció durante los años que vivió en Madrid. Vemos a una Tamara emocionada a la vez que encantada contando y escuchando anécdotas de su familia… todo un privilegio. En la serie se aprecia una cierta complicidad, cariño y respeto entre las dos partes, bajo un ambiente exquisito en el corazón de París.
Tamara vuelve de la capital francesa relajada, radiante y llena de inspiración «française» para darle un toque de glamour a su restaurante.