Castilla-La Mancha como ejemplo

Da Enric Juliana ciertos datos sobre Castilla-La Mancha, en un artículo titulado ‘El epicentro’, publicado en La Vanguardia. Los datos, evidentemente, son elocuentes, porque de otro modo no los hubiera dado, pero lo que vienen a demostrar es el funcionamiento de las Comunidades Autónomas en España, porque lo que hace esa Autonomía es equiparable, en mayor o menor medida, a lo que hacen las demás.
En Castilla-La Mancha, al menos, hay un culpable, creo que por el momento presunto, mientras que en las otras no hay ninguno. No obstante, ya veremos cuantas Cajas se salvan, teniendo en cuenta, además, que no son las únicas instituciones que se han derrumbado. Es fácil llegar a la conclusión de que el Estado de las Autonomías fue una gran idea inicial, que fue estropeada al conceder grandes ventajas electorales a los nacionalistas –esa plaga-, reforzadas con la falta de democracia interna en los partidos y con las listas cerradas. Eso ha permitido a los líderes de los partidos actuar de forma dictatorial y manipular a la población a su antojo. Las listas abiertas hubieran obligado a los políticos a tener más en cuenta los deseos de la gente que a decirle a la gente cuáles tenían que ser sus deseos. Tanta es la manipulación que cualquier crítica a un político catalanista, o a los nacionalistas catalanes en general, es calificada automáticamente como un ataque a Cataluña. A este estado de cosas también han contribuido los periodistas de la causa, que son capaces de mandar a la caverna a todo aquel que no bendiga los caprichos nacionalistas, aunque también usan mucho la palabra ‘rancio’. Todo lo que no conduzca a la aceptación y el reconocimiento de la doctrina nacionalista es rancio. Continuamente se refieren a la caverna, sin más, y tildan de rancio lo que quieren, pero algún día se tendrán que mirar en el espejo.

‘Los sinsabores del verdadero policía’
‘Ajuste de cuentas’
‘En defensa de las vacunas’
‘Les Xanes’
‘Don Quijote de la Mancha para Estudiantes’
‘Platero y yo contado a los niños’
‘Mal consentido’
‘Factor Emocional’

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Vicente Torres

Vicente Torres es Coautor de '1978. El año en que España cambió de piel' y autor de 'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades' y 'Yo estoy loco', 'Diario de un escritor naíf', 'El Parotet y otros asuntos' y '2016. Año bisiesto'. He participado en los libros 'Tus colores son los míos', 'Enrique Senís-Oliver' y 'Palabras para Ashraf'.

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